Un caso en Australia ha generado debate sobre el uso de la inteligencia artificial en la creación de contenido falso. Un hombre fue condenado a nueve años de prisión por manipular imágenes de su amiga y difundirlas en sitios web con videos de pornografía falsa y mensajes violentos, según informó BBC Mundo.
PUBLICIDAD
Descubrió imágenes falsas con su rostro en Internet
Hannah Grundy, residente de Sídney, Australia, recibió un mensaje anónimo con un enlace que la llevó a páginas donde aparecían imágenes alteradas con su rostro en contenido pornográfico falso. En los sitios también se mencionaban su nombre, su cuenta de Instagram, su dirección y su número de teléfono.
Según BBC Mundo, tras revisar las publicaciones, Grundy descubrió que al menos 60 mujeres habían sido víctimas del mismo ataque. Pese a denunciar el caso ante la Policía de Nueva Gales del Sur, las autoridades inicialmente no tomaron acciones, argumentando que las imágenes habían sido creadas a partir de fotografías tomadas de redes sociales.
Investigó por su cuenta y descubrió al responsable
Ante la falta de respuestas, Grundy y su pareja, Kris Ventura, realizaron una investigación privada. Contrataron a un forense digital y gastaron más de USD 12.000 dólares en medidas de protección. Finalmente, identificaron al responsable: Andrew Hayler, un conocido del círculo cercano de Grundy.
BBC Mundo reportó que Hayler, de 39 años, fue acusado de uso indebido de telecomunicaciones para amenazar, acosar o causar ofensas. Aunque en un principio se esperaba una condena menor, la presión de Grundy y otras 25 víctimas llevó a que fuera sentenciado a nueve años de prisión, con posibilidad de libertad condicional en 2029.
Un caso que impulsa cambios en la legislación
Este caso expuso la falta de regulaciones en Australia sobre el uso de inteligencia artificial en la creación de imágenes falsas. Grundy y otras víctimas han impulsado debates para endurecer las leyes contra la manipulación digital y proteger a las personas de este tipo de delitos en Internet.
La condena de Hayler sienta un precedente en la lucha contra la violencia digital y el uso malintencionado de herramientas tecnológicas. BBC Mundo señala que autoridades y especialistas advierten que los avances en inteligencia artificial requieren regulaciones más estrictas para evitar que se utilicen con fines ilícitos.
