Una adolescente de 16 años regresó de vacaciones con un dolor de estómago e hinchazón, sin imaginar que sería el primer síntoma de una enfermedad rara que afecta a solo 20 personas en el mundo.
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Un diagnóstico inesperado
Alex Arkell comenzó a presentar síntomas durante un viaje con su familia. Al regresar a casa, pidió una cita médica y los exámenes revelaron que sus ovarios habían crecido hasta 13 centímetros debido a la presencia de quistes. En condiciones normales, miden menos de 5 cm.
Además, los especialistas detectaron un tumor cerebral benigno que comprometía su visión. Ante la gravedad del caso, los médicos recomendaron una cirugía de urgencia.
Un tratamiento complejo
Tras la intervención, los estudios indicaron que Arkell tenía un adenoma hipofisario secretor de hormona folículo estimulante (FSH), un tipo de tumor poco común. Aunque no es cancerígeno, puede afectar la producción de hormonas y generar complicaciones de salud.
Un año después de la primera cirugía, los médicos descubrieron que el tumor había vuelto a crecer y presionaba su nervio óptico. En febrero de 2023, la adolescente se sometió a terapia de protones, un tratamiento de radioterapia dirigido.
Superación y nuevos desafíos
A pesar de los procedimientos médicos, en diciembre se confirmó que la radioterapia no había sido efectiva y Arkell necesitaba una tercera cirugía. La intervención fue un éxito y, apenas cinco horas después de despertar, ya podía moverse.
Actualmente, la joven continúa con su recuperación y ha compartido su experiencia en redes sociales para generar conciencia sobre su enfermedad.