El expresidente y actual mandatario de los Estados Unidos, Donald Trump, ha emitido una nueva medida que prohíbe a las mujeres trans cumplir sus condenas en cárceles destinadas para reclusas femeninas. Esta decisión, anunciada el 24 de enero de 2025, ha generado controversia a nivel nacional e internacional, reabriendo debates sobre los derechos de la comunidad LGBTQ+ y la seguridad en las prisiones estadounidenses.
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Antecedentes de la postura de Donald Trump
Desde su regreso a la Casa Blanca, Donald Trump ha impulsado una serie de medidas que han sido catalogadas como regresivas por defensores de los derechos humanos. Durante su primer mandato, Trump eliminó varias protecciones para la comunidad trans, incluidas las guías federales que permitían a los estudiantes trans usar baños acorde con su identidad de género.
Esta nueva acción se alinea con sus políticas previas, que buscan restringir el acceso de personas trans a espacios segregados por género. La medida, según declaraciones oficiales, tiene como objetivo “proteger a las mujeres biológicas en entornos vulnerables como las cárceles”, pero ha sido criticada por organizaciones que ven en esta acción una forma de discriminación institucionalizada.
Los argumentos detrás de la decisión
El gobierno de Trump argumenta que la presencia de mujeres trans en cárceles femeninas podría generar conflictos y riesgos para la seguridad de las reclusas. La orden ejecutiva establece que las personas trans deberán cumplir sus condenas en instalaciones que coincidan con su sexo asignado al nacer, sin importar su identidad de género.
Este enfoque ha sido respaldado por grupos conservadores que consideran que la medida “restablece el orden” en el sistema penitenciario. Sin embargo, expertos y activistas advierten que las mujeres trans corren un mayor riesgo de violencia sexual y abuso en cárceles masculinas.
Reacciones y críticas
Diversas organizaciones, como la American Civil Liberties Union (ACLU), han calificado la medida como inhumana y contraria a los derechos humanos. “Esta política pone en peligro la vida de las mujeres trans, ignorando los datos que muestran altos índices de abuso en cárceles masculinas”, afirmó Chase Strangio, abogado de la ACLU.
Por otro lado, algunos sectores de la sociedad ven la decisión como una victoria para los derechos de las mujeres cisgénero en entornos carcelarios.
El impacto en la comunidad LGBTQ+
Esta medida se suma a una serie de acciones que han afectado los derechos de las personas trans en Estados Unidos. En un contexto de creciente polarización, el futuro de estas políticas seguirá siendo un tema central en los debates sobre derechos humanos y equidad en el país.