Dos ataques armados estremecieron el suroeste de Guayaquil en las últimas horas, dejando un saldo de cuatro personas fallecidas.
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El primer hecho ocurrió alrededor de las 22:30 del jueves 23 de enero, en la intersección de las calles Francisco Segura y la 31. Sicarios a bordo de un vehículo atacaron a un hombre que intentó escapar ingresando con su motocicleta a un zaguán. Los agresores lo alcanzaron y lo asesinaron a tiros.
Durante el ataque, los disparos también impactaron a dos personas que se encontraban en el portal de la vivienda. Una de ellas murió en el lugar, mientras que la otra fue trasladada a una casa de salud por sus familiares, donde falleció horas después.
Testigos del sector afirmaron que tres hombres descendieron del vehículo y ejecutaron el ataque con frialdad. La Policía Nacional acudió al lugar para realizar el levantamiento de los cuerpos y recopilar evidencias. Los residentes expresaron su consternación por la violencia del suceso, que dejó a la comunidad atemorizada.
La ola de violencia no terminó allí. Casi simultáneamente, a unas cuatro cuadras de distancia, en la intersección de las calles Francisco Segura y la 35, otro ataque armado cobró la vida de un joven. Según testigos, los agresores llegaron en una tricimoto y dispararon repetidamente contra la víctima, quien intentó refugiarse en una vivienda cercana.
Los sicarios lo persiguieron hasta la entrada de la casa, donde lo ejecutaron. “Yo escuché ocho disparos”, relató un vecino del sector, mientras otros moradores expresaban su asombro por la brutalidad del crimen.
Agentes de Criminalística acudieron a ambas escenas para recolectar indicios y determinar si existe conexión entre los dos ataques.
