Un día como hoy, hace un año, la vida del periodista José Luis Calderón dio un giro de 360 grados. Pasó de ser un presentador de noticias a convertirse en uno de los protagonistas de un hecho nunca antes registrado en la historia de la comunicación del Ecuador: el ataque armado a Tc Televisión por parte de un grupo de delincuentes, considerados por el Gobierno de Daniel Noboa como terroristas.
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La salida de Calderón de TC Televisión fue un tema ampliamente discutido en las redes sociales, ya que él mismo había comentado que después de 23 años de servicio nunca se esperó que el canal no mediara con él después de las circunstancias de salud mental que atravesó tras el ataque.
Calderón aseguró haber vivido una “injusticia” y que su salida del canal terminó con un “visto bueno”. A través de una llamada por WhatsApp, Metro Ecuador entrevistó a Calderón para conocer cómo han sido sus días un año después del suceso.
¿Cómo estás un año después de lo que pasó en Ecuador y cómo recuerdas el suceso?
Es en estos momentos estoy en los Estados Unidos, me siento más tranquilo. Pero ahora que ha vuelto a surgir este tema un año después, la verdad es que recuerdo esta situación con mucha pena, con mucha tristeza porque dejé una vida y a una familia.
¿Te han comentado que algunos creen que el ataque a TC Televisión fue un montaje?
Sí, hay gente que cree que todo fue un montaje. Pero hubo situaciones alrededor que provocaron realmente muertes, familias fragmentadas, situaciones realmente que quedaron ya en estos momentos en la impunidad.
¿Por qué saliste de TC?
Me tenía que ir, me quería ir, ya no pude más. Dos semanas después de lo sucedido, yo ya no pude más. Mi salud mental tuvo un quebranto. Acudí a solicitar asistencia psicológica y psiquiátrica a la seguridad social y me la otorgaron. Tengo informes médicos que precisamente detallaron que yo sufrí de estrés postraumático, de ansiedad, niveles de ansiedad altos, porque tenía miedo de regresar al canal.
Fue un hecho tan impresionante (el 9 de enero). Pasar de ser espectador de la noticia a protagonista, realmente dije: tocamos fondo como nación.
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¿Cómo fue tu salida de TC?
Yo no presenté la renuncia inmediatamente, busqué asesorarme con el fin de mediar con la empresa después de 23 años de servicio, y después de lo que sucedió, de la afrenta que sufrí, del riesgo laboral que experimenté, porque yo pude haber perdido la vida ese día.
De hecho, un informe psiquiátrico de la Seguridad Social determinó que, precisamente, por los niveles de ansiedad, el miedo, el estrés postraumático, yo no podía regresar al canal y me dieron 20 días más de descanso médico. Situación que también aproveché para reflexionar sobre mi futuro.
En ese momento me recomendaron que consulte a un abogado laboral sobre mi situación. Entonces, me sugirió que interpongamos un recurso administrativo, no demanda ante el Ministerio Laboral para, en cierta forma, mediar con el canal, pero, no le interesó a la empresa. Me ignoraron y no les gustó lo que yo hice.
¿Y hablaste con la empresa directamente, porque después de 20 años pesan temas como la familiaridad?
Me apersoné y fui a hablar con el gerente. Al final me dijo: “yo no te puedo dar más de lo que te correspondería y, además, tú te estás yendo”.
Sí, era verdad. Yo me estaba yendo, pero al anteponer ese recurso administrativo quise garantizar mis derechos laborales. Y también ver la posibilidad de negociar mi salida de Tc, pero me dijeron: no es posible.
Y al final dije ok, presento mi renuncia. Yo me voy, porque ya me quiero ir, no estoy bien. Jamás dije que me iba a ir del país en ese momento. No develaba esos planes.
Cuando presenté mi renuncia, aceptada con rúbrica y con firma de Recursos Humanos, ya estaba cesante en la seguridad social. Ya me prohibían el ingreso al canal. Sin embargo, cuando fui a la oficina a recibir los valores por concepto de mi renuncia y a firmar el acta de finiquito, que era lo único que correspondía, me entregaron un documento que decía: acta de mediación. Y me dijeron: “Eso es política interna del canal, tienes que firmar”. Les dije: Yo no voy a firmar.
A las dos horas, me llamaron de Recursos Humanos para decirme que mi renuncia no había sido aceptada cuando ya había rúbrica, firma y sello.
Acto seguido, me regresaron a estado activo en la Seguridad Social. Y el gerente del canal me comunicó que me había sacado con visto bueno porque habían pasado unos días en que, entre comillas, no había justificado mi ausencia.
¿Recibiste un visto bueno?
Me pusieron el visto bueno porque la notificación me llegó a mi casa. Lo emitieron realmente. Me estaban botando de la empresa, porque me negué a firmar esa acta de mediación. Ese mismo día ya estaba deshecho emocional y anímicamente.
Días después me llega el visto bueno ya insubsistente como documento, porque yo ya estaba fuera del canal, ya había firmado la renuncia, pero de todas formas me llegó el documento porque lo emitieron.
Así concluyó ese capítulo de TC Televisión. Amargo, triste y lamentable para mí.
¿Cómo te sientes en Estados Unidos?
No he dejado de hacer periodismo. He colaborado con algunos programas del sur de la Florida donde vivo. Y hace poco pude restablecerme, es decir, regularizar mi estadía en este lugar porque tengo una solicitud de asilo en trámite y el gobierno estadounidense como beneficio o garantía para que tú produzcas hasta que se resuelva tu asilo te otorgar herramientas para trabajar y pagar impuestos.
Yo tengo ya un permiso de trabajo que me entregaron en diciembre. Tengo proyectos en lo periodístico a futuro. Estoy en el sur de la Florida, cerca de Miami.
¿Qué más extrañas de Ecuador?
La familia, el mayor sacrificio es estar lejos de la familia, el desarraigo emocional, es haberme alejado de mi familia, no estar en momentos tan importantes.
¿Has pensado en regresar al país?
No, no tengo ninguna pretensión de retornar al país y con la herramienta que me han permitido regularizarme no podría tampoco, porque obviamente tengo una solicitud de asilo en trámite
¿Cómo has pasado este 9 de enero?
Bastante movido, he recibido muchas llamadas de amigos, colegas. Eso es lo bueno, la gente que uno quiere y lo quieren.