Una reciente información impactó a la comunidad haitiana este pasado fin de semana. La Policía Nacional de esta nación caribeña detuvo a dos ciudadanos que confesaron haber asesinado a su hija durante un ritual de brujería en el distrito Santa María.
Respecto al cuerpo de la infante, este fue hallado dentro de un saco en las aguas del canal de Chacuel. La niña de 1 año y 10 meses murió por asfixia por estrangulamiento.
Al ser interrogados, confesaron que el asesinato ocurrió mientras realizaban rituales de brujería en su casa, y que “unos seres se les montaron”, lo que los llevó a estrangular a la niña, meterla en un saco y arrojarla al canal.
Cristel Pie, de 19 años, y su pareja Wigei Vospe, de 22, padrastro de la niña Danyl Pie confesaron el crimen a uno de sus similares; este último fue quien alertó a las autoriades.
El cadáver de la menor fue trasladado a la morgue del hospital Provincial Padre Fantino en Montecristi, y luego enviado al Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif), donde se determinó la causa de su muerte.
Brujería, sinónimo de muerte
Una nueva masacre ocurrió a inicios de diciembre del 2025 en Puerto Príncipe, Haití. 180 personas fueron asesinadas, según informes de la ONU. Los crímenes parecen haber tenido como objetivo específico a adultos mayores que fueron acusados por el jefe de una pandilla de practicar “brujería”.