Mathías Acuña, delantero de Mushuc Runa fue hallado sin vida en un hotel en Ambato. De forma preliminar, se habla de un suicidio.
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El jugador de 32 años había regresado el viernes 3 de enero al país para sumarse a los trabajos de pretemporada con el equipo. Un hecho que ha conmocionado a la comunidad deportiva.
El cuerpo del jugador fue encontrado sin signos vitales en su habitación. La información fue confirmada por el periodista Carlos Andrés Muñoz, quien brindó los detalles sobre el fallecimiento del futbolista.
Acuña tenía una causa pendiente en su país natal, Uruguay, relacionada con un caso de violencia de género. De hecho, la agencia EFE informó el 23 de diciembre que Acuña “deberá portar un grillete electrónico mientras enfrenta una investigación judicial por presuntos actos de violencia física y psicológica contra su exconviviente”.
La información fue confirmada el 23 de diciembre de 2024 a través de publicaciones en redes sociales por las partes involucradas.
El club compartió en sus redes sociales una nota de pesar.
Acuña llegó en julio del año pasado a Mushuc Runa, desde Fénix de Uruguay. Con el conjunto ambateño jugó 15 partidos y anotó ocho goles. Era el segundo máximo anotador de su equipo.
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Su última tanto fue ante Barcelona SC, en el estadio Banco Pichincha, el 1 de diciembre de 2024. El partido quedó 2-2.
Usaba grillete
“La jueza me explica que (la orden de usar grillete electrónico) lo hacen como medida cautelar, no por ser culpable; en este país las leyes son así: Te ponen la tobillera (dispositivo de rastreo) por todo lo que sucedió anteriormente en otros casos y para que ellos (los servidores judiciales) tengan un control; pero repito, no por ser culpable”, manifestó Acuña en sus cuentas de redes sociales.
El futbolista aseguró que la tobillera electrónica le ha dado “tranquilidad”, porque la otra parte no podrá inventarse un eventual acercamiento ilegal, y porque le ha servido para “terminar esta relación tóxica de años” porque “no quería estar más con ella”.
“Estoy tranquilo, rodeado de los míos que me conocen y saben que nunca violenté a nadie, tengo dos hijas mujeres y quiero que las respeten y cuiden como deben, nací de una mujer, no tengo nada más que decir”, agregó el futbolista del Mushuc Runa.
Por su parte, Lu Rodríguez, exconviviente del futbolista, publicó en la red social X: “Evité este momento por muchos años, por miedo, por respeto a sus hijos, por amor, porque más allá de todo el daño, de todo lo que mucha gente sabe que pasé, hizo oídos sordos” a los reclamos de responsabilidad.
“Todo esto se incrementó y se convirtió en violencia física. Sí, años lo aguanté. Llegó al punto de no tener vergüenza de pegarme adelante de su familia, él lo sabe, su familia lo sabe, todos lo saben, pero la plata es lo único que los mueve”, denunció.
Con datos de EFE