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Testigo clave en el caso Los Cuatro de Guayaquil fue allanado por militares y policías

Vio a los niños golpeados y desnudos.

Agencia
Luis Arroyo, a la izquierda, con las fotos de sus dos hijos desaparecidos, Ismael y Josué, quienes fueron vistos por última vez el pasado 8 de diciembre, tras intentar huir de un convoy militar junto a otros dos jóvenes, durante una protesta con su fam AP (Cesar Munoz/AP)

El testigo clave en el caso de la desaparición de cuatro niños de Guayaquil rindió su versión ante la Fiscalía General del Estado el 19 de diciembre. La declaración se realizó en la Fiscalía de la Merced, ubicada en el centro de la ciudad. En su testimonio, el hombre detalló los hechos ocurridos la noche del 8 de diciembre, cuando vio por última vez a los menores Josué Arroyo (14 años), Ismael Arroyo (15 años), Nehemías Arboleda (15 años) y Steven Medina (11 años), en la parroquia de Taura.

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De acuerdo con el relato del testigo, alrededor de las 23:00 horas del 8 de diciembre, escuchó ruidos fuera de su domicilio. Al salir a investigar, se encontró con los cuatro niños, quienes se encontraban golpeados y desnudos. Los menores, visiblemente afectados, le pidieron ayuda, solicitando agua y un teléfono para poder hacer una llamada. El testigo les proporcionó un celular, y uno de los niños habló con su padre. En la conversación, el menor informó que habían sido detenidos por militares.

El testigo relató que, tras ver la condición de los niños, les dio ropa interior, agua y pan. Además, les recomendó que se escondieran mientras sus padres llegaban por ellos. Les envió la ubicación de su casa para que pudieran encontrarlos más fácilmente. En su testimonio ante la Fiscalía, el hombre explicó que les pidió que se ocultaran en un lugar seguro ya que estaban en la vía pública.

El testigo también relató que, poco después, llegó la Policía Nacional al lugar. Sin embargo, aseguró que no pudo hablar con ellos debido a que ya había otras personas en el sitio. En su versión, el testigo describió a los involucrados como “gente encapuchada, de dos a tres motos”, lo que sugeriría que no se trataba de agentes de la Policía Nacional.

Fue allanado por Policías y Militares

Además, el hombre informó que el 12 de diciembre, tanto policías como militares visitaron su domicilio, buscando información sobre el caso de la desaparición de los niños. Tres días después, el 15 de diciembre, a las 18:30 horas, militares allanaron su domicilio y el de al menos 20 familias más. Él observó que el barrio, en Taura, había tanquetas y camionetas de la fuerza pública.

El testigo también mencionó que, en los días siguientes, había recibido amenazas a través de WhatsApp de personas que afirmaban trabajar para Fito, líder de la organización criminal Los Choneros.

Este 29 de diciembre se cumplen 21 días desde la desaparición de los cuatro niños. Sus familias han exigido a las autoridades que se intensifiquen las labores de búsqueda y que el caso sea esclarecido con total transparencia. A pesar de los esfuerzos de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas, aún no se tiene información clara sobre el paradero de los menores.

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Las familias de los niños continúan pidiendo justicia y un mayor compromiso por parte de las autoridades para encontrar a sus seres queridos. A medida que pasan los días, la incertidumbre y la angustia crecen, y las demandas de transparencia y acción por parte del Gobierno y las fuerzas de seguridad siguen en aumento.

Las autoridades han asegurado que el caso continúa siendo investigado, pero hasta el momento no se han divulgado detalles adicionales sobre el progreso de la búsqueda o las posibles líneas de investigación. Las familias esperan respuestas y esperan que la desaparición de los niños no quede impune.

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