Alias “Ben 10″, identificado como Antonio Benjamín Camacho Pacheco, era un destacado cabecilla de los “Chone Killers”, una organización criminal con base en Durán, provincia de Guayas, Ecuador. Este grupo es conocido por sus actividades delictivas y por su estrecha vinculación con “Los Choneros”, uno de los cárteles más temidos en ese país.
Origen y actividades delictivas
Antonio Camacho era hermano de Terry Israel Camacho, alias “Trompudo”, otro líder de los “Chone Killers” y brazo armado de “Los Choneros”. Este grupo opera principalmente en el narcotráfico, extorsión y otros crímenes organizados en Ecuador. Alias “Ben 10″, uno de los integrantes más jóvenes de la cúpula delictiva, habría tenido un papel clave en la expansión de las operaciones de esta organización.
En su historial delictivo figuran delitos graves como homicidio y extorsión, que lo llevaron a ser detenido y encarcelado. Sin embargo, en 2021, recuperó su libertad luego de que la Fiscalía, en Ecuador, decidiera no acusarlo formalmente, lo que generó polémica en los medios de comunicación de ese país.
Objetivo de las autoridades
En 2024, el gobierno de Ecuador, liderado por el presidente Daniel Noboa, incluyó el nombre de Antonio Benjamín Camacho en un cartel de los delincuentes más buscados. Estaba catalogado como un objetivo militar, debido a su rol en actividades criminales de alto impacto.
Alias “Ben 10″ estaba considerado un fugitivo de la justicia. Su nombre ocupaba un lugar destacado en la lista de cabecillas buscados, en la que se especificaba su peligrosidad y las operaciones ilegales que dirigía.
Relación con Colombia
El asesinato de alias “Ben 10″ en Cali, Colombia, plantea interrogantes sobre su presencia en el país. Las autoridades colombianas investigan cómo ingresó al territorio nacional y qué actividades realizaba en la región. Su muerte en un ataque sicarial en el barrio Granada refleja los riesgos asociados con la expansión de grupos criminales extranjeros hacia otras naciones.
Alias “Ben 10″ representaba una figura clave dentro de los “Chone Killers”, y su presencia en Colombia podría estar vinculada a estrategias de coordinación delictiva en la región. Las investigaciones continúan en curso para esclarecer los hechos y determinar sus posibles conexiones locales.