En una pequeña localidad de Japón, un hombre vivió una experiencia insólita cuando, al regresar a su hogar, descubrió que no estaba solo. Un oso había ingresado a su casa, aparentemente en busca de refugio del frío, y se encontraba cómodamente instalado bajo una mesa calefactora.
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El protagonista del suceso, Tetsuya Nakamura, declaró que, al entrar en su vivienda, escuchó ruidos extraños provenientes de la sala. Al inspeccionar, se encontró con el enorme animal descansando tranquilamente debajo de su kotatsu, una mesa tradicional japonesa equipada con una fuente de calor.
Nakamura optó por abandonar la vivienda y pedir ayuda a uno de sus vecinos para poder refugiarse en su casa. Desde allí, alertó a la policía sobre la presencia del animal. Las autoridades locales respondieron rápidamente al llamado, logrando evacuar al oso sin que se produjeran daños ni incidentes graves.
Un fenómeno cada vez más común
El avistamiento de osos en zonas habitadas ha aumentado en Japón durante los últimos años debido a la pérdida de hábitats naturales y el descenso de las temperaturas en invierno.
Este tipo de encuentros genera preocupación tanto por la seguridad de las personas como por la de los propios animales, que suelen ser capturados o alejados de forma violenta.
Este incidente se suma a una serie de encuentros entre humanos y osos en Japón en los últimos años, algunos de los cuales han tenido consecuencias fatales.
En respuesta, el gobierno japonés ha propuesto flexibilizar las leyes de caza, permitiendo a las autoridades locales autorizar “disparos de emergencia” para manejar estas situaciones. Se espera que esta medida entre en vigor a partir del próximo año.