El 27 de diciembre de 2024, las playas de Santa Elena y Manabí experimentaron un fuerte oleaje que afectó diversas zonas costeras. La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos reportó que el sector de Salinas, en la provincia de Santa Elena, fue una de las áreas más impactadas, donde las olas alcanzaron alturas significativas, poniendo en riesgo la seguridad de residentes y turistas.
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“El fuerte oleaje registrado en las costas ecuatorianas ha generado el ingreso de agua de mar y conchilla en la Av. Malecón afectando el tránsito y la seguridad”, publicó la institución.
En Manabí, ciudades como Manta y Crucita también enfrentaron condiciones adversas debido al oleaje.
El Instituto Oceanográfico y Antártico de la Armada (INOCAR) emitió alertas sobre las condiciones del mar, indicando que el oleaje podría persistir durante los próximos días. “Se espera un oleaje predominante del noroeste del Pacífico, se prevé un estado de mar agitado”.
Se recomendó a la ciudadanía y a los turistas extremar precauciones al acercarse a las playas y evitar actividades acuáticas durante este período.
Las autoridades locales han intensificado los patrullajes en las zonas afectadas y han establecido puntos de monitoreo para garantizar la seguridad de las personas. Se insta a la población a seguir las indicaciones de los organismos de seguridad y a mantenerse informados a través de los canales oficiales.
Este fenómeno resalta la importancia de estar preparados ante condiciones climáticas adversas y de respetar las recomendaciones de las autoridades para prevenir accidentes y daños materiales.