El expediente del caso de los cuatro menores desaparecidos en Guayaquil se mantiene en reserva, pero de a poco se van conociendo más detalles de lo que ocurrió el pasado 8 de diciembre de 2024 cuando militares detuvieron a los niños de entre 11 y 15 años de edad, en Las Malvinas.
Ronny Medina, padre de uno de los niños, confirmó a medios locales que antes de perder el rastro de los menores, hubo una llamada desde Taura, parroquia del cantón Naranjal. Un hombre prestó su teléfono celular para que uno de lo niños tome contacto. “Llegaron desesperados”, dijo el padre según la información recogida.
“El hombre aseguró haberlos visto desnudos y uno ‘partido’. En ese momento le llaman a Don Arroyo (padre de otro de los menores) y le dicen que los militares nos golpearon y nos dejaron botados y que por favor vayan a rescatarlos”. Este hombre compartió la ubicación para que vayan a buscarlos.
Este testimonio sería de un testigo clave, pues en la línea de tiempo sería una de las personas que los vio con vida. De hecho, esta persona ya rindió su versión en Fiscalía, y aseguró que luego de la llamada, llegaron sujetos en motocicletas y se llevaron a los menores.
También se conoció que este testigo tiene mucho miedo debido a amenazas recibidas, presuntamente, por parte de miembros de las FFAA, según indicó. Se espera que ingrese al programa de víctimas y testigos.
Los investigadores del caso, ante la versión del testigo, revisaron las entradas y salidas en la base de Taura, donde han registrado la salida de cuatro motocicletas.
Por el momento, se espera todos los exámenes de antropología para poder identificar los cuatro cuerpos encontrados en una zona agreste de Taura, en un sector de difícil acceso, a la que solo se puede llegar en bote.
La Fiscalía ha formulado cargos contra los 16 militares por el delito de desaparición forzada, por su presunta participación en los hechos.