Estrés, miedo, palpitaciones, taquicardia, jadeo, salivación o temblores son alguno de los síntomas que sufren los animales, debido al ruido provocado por la detonación de petardos y juegos artificiales que se emplean en las celebraciones de Navidad y fin de año.
Y es que, de acuerdo con estudios veterinarios, el oído de los animales es más sensible que el del humano, debido a que perciben frecuencias de hasta 60.000 HZ (el rango de frecuencia en las personas oscila desde los 20 a 20.000HZ), haciendo que el ruido de los fuegos artificiales no solo es molesto, sino que provoca estrés, autolesiones e incluso pueden derivar en muerte.
Por ello, la Dirección de Protección de los Derechos de los Animales recuerda a los tutores de animales de compañía tomar medidas preventivas para garantizar su bienestar durante las festividades:
- Habilite un espacio seguro: Cree un lugar tranquilo en casa donde el animal pueda refugiarse, con su cama y juguetes favoritos.
- Los tutores deben mantenerlos en un ambiente sereno, ya que los animales perciben nuestras emociones.
- Cierre puertas y ventanas: Reduzca el ruido externo para minimizar el impacto de los estruendos.
- Distracción: Utilice música relajante o encienda la televisión para amortiguar los ruidos externos.
- Evite dejarlos al aire libre o amarrados: Nunca deje a los animales en balcones, patios o jardines y evite amarrarlos, ya que pueden lastimarse intentando escapar.
- Identificación: Asegúrese de que los animales lleven collar con placa de identificación y, de ser posible, que tengan microchip. Esto facilitará su retorno en caso de extravío.
- Consulta veterinaria: En casos de animales muy nerviosos, consulte a un veterinario para evaluar la necesidad del uso de productos naturales calmantes o feromonas sintéticas.