La desaparición de cuatro menores en Guayaquil ha conmocionado al país. Steven Medina, de 11 años, Josué Arroyo, de 14 años, Nehemías Arboleda, de 15 años, e Ismael Arroyo, de 15 años, están desaparecidos desde el 8 de diciembre de 2024. Según sus familiares, lo último que supieron es que los menores fueron abordados y subidos a una patrulla militar en los exteriores de un centro comercial, y tras ese hecho no se tuvo más información sobre su paradero.
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El Dr. Jesús López, abogado de los 16 militares investigados en el caso, se pronunció y presentó su versión sobre los hechos ocurridos ese día. Según López, el 8 de diciembre, a las 21:00, varios ciudadanos detuvieron la marcha de dos camionetas en las que viajaban 16 uniformados con destino a la base de Taura. “Dan la alerta de que personas se encontraban realizando presuntos actos de robo, ante lo cual los militares actuaron, logrando la aprehensión de tres ciudadanos”, explicó el abogado.
La versión de la defensa de los militares investigados
López también explicó que fue la misma ciudadanía quien entregó a una cuarta persona, que presuntamente estaba involucrada en los actos ilícitos. Esta persona fue subida a las camionetas junto con los otros tres aprehendidos.
“Los militares emprendieron el trayecto hacia la unidad policial de Virgen de Fátima, ubicada cerca de la base de Taura, con la intención de entregar a los cuatro aprehendidos al personal policial. Sin embargo, decidieron liberarlos en la parroquia de Taura, dejándolos en el lugar sanos y salvos, para continuar su trayecto hacia la base de Taura, que está ubicada a 15 kilómetros de donde liberaron a los aprehendidos”, detalló López.
Con esta información, el abogado sostiene que ninguno de los menores habría ingresado a la base militar, y que los hechos ocurrieron de acuerdo con lo descrito. Además, menciona que a las 22:30, conforme a los registros y bitácoras del recinto militar, los 16 uniformados ingresaron a la base de Taura.
El Dr. López también explicó que, mientras los 16 militares se encontraban descansando dentro de la base, los cuatro menores desaparecidos tomaron contacto con un ciudadano del pueblo, quien los ayudó a comunicarse con su padre. Según el abogado, en ese momento se envió la ubicación a través de WhatsApp para que el padre de los menores los retirara en la parroquia de Taura.
Colaboración de los militares con las autoridades en la investigación
El Dr. Jesús López también destacó que los militares han colaborado plenamente con las autoridades en la investigación. “Nunca se han acogido al derecho del silencio, como erróneamente se ha dicho. Han presentado los partes informativos sobre lo ocurrido, han llevado a los agentes investigadores al lugar exacto donde liberaron a las cuatro personas, e incluso han entregado libre y voluntariamente sus teléfonos celulares para facilitar la investigación”, afirmó el abogado.
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En cuanto al momento en que la Policía Nacional llegó a la parroquia de Taura, López explicó que una hora después de la liberación de los menores, un agente de la Policía observó varias motocicletas con personas encapuchadas en el sector. Sin embargo, el ciudadano que había ayudado a los menores a contactar a su padre no alertó a los agentes, pues temía por su seguridad, como relató el abogado.
“Los menores se encontraban escondidos en una cancha aledaña a la vivienda del ciudadano. Por temor, no dio la alerta a la Policía”, indicó López. Esta información, según el abogado, está respaldada por la denuncia del padre de dos de los menores desaparecidos, así como por el testimonio de la persona que facilitó el celular y posteriormente dio la ubicación.
El Dr. López concluyó que la participación de los militares en la desaparición de los menores está descartada y que todos los involucrados han colaborado activamente para esclarecer los hechos.