Apenas el 51 % de los hijos e hijas de víctimas de femicidio en Ecuador recibe la ayuda estatal de orfandad, por lo que las familias de mujeres asesinadas denuncian que no se está cumpliendo con las medidas de reparación integral establecidas por ley nacional y que éstas son insuficientes, según reveló un estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
“Esta investigación evidencia que hay una inadecuada coordinación interinstitucional de las instancias del Estado responsables de atender las necesidades de estos niños y niñas, lo que impide tener un registro unificado del número de menores a atender, aseguró este miércoles en una entrevista con EFE Juan Enrique Quiñonez, representante adjunto de Unicef en el país.
“Y también hay una debilidad institucional dentro del bono de orfandad porque no cuenta con un presupuesto propio”, añadió.
El estudio, que se titula ‘Esperando el verano: trayectoria de los niños, niñas y adolescentes víctimas de feminicidio en Ecuador’, fue realizado por Unicef junto a la Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo (Aldea), y se apoya en el testimonio directo de 76 familias con 151 niños, niñas y adolescentes víctimas indirectas del feminicidio.
El bono de orfandad, que incluye beneficios en salud, educación y acceso a la justicia, y que fue aprobado en 2019, se trata de una pensión mensual que deben recibir todos los huérfanos de la violencia machista a fin de poder cubrir sus necesidades básicas.
Sin embargo, de acuerdo con este reporte recién publicado, sólo lo reciben el 51 % de los menores víctimas de esta violencia, el 38 % no lo recibe o no lo conoce y un 11 % de familiares a cargo de estos menores no respondió a esta pregunta.
Dificultades para asumir las necesidades básicas
La urgencia de que los huérfanos de feminicidio accedan a este bono, que según Quiñonez, debería aumentar su monto, radica en que 7 de cada 10 familias que se encargan de su cuidado no tienen ingresos suficientes para cubrir las necesidades básicas insatisfechas.
Y casi la mitad de estas familias (47 %) tuvo problemas para pagar los alimentos en las últimas semanas. Esta situación se da porque la mayoría de los menores huérfanos quedan al cuidado de la abuela o la tía materna, quienes no tenían planificado asumir los gastos derivados de estos cuidados.
“Muchas veces las mujeres asesinadas eran el único o principal sostén económico de la familia y suplir esta responsabilidad económica es prácticamente difícil para las abuelas que ahora cargan con el cuidado de los niños y niñas que quedaron huérfanos”, explicó el representante de Unicef.
Impacto en el desarrollo educativo de los menores
Asimismo, la falta de atención por parte del Estado tiene un gran impacto en el desarrollo educativo y social de los menores, recordó Quiñónez. “Muchos de ellos ya no van a los mismos colegios donde estaban anteriormente y hemos visto casos en los que enfrentan dificultades para continuar con los estudios”, apuntó.
Desde que en 2014 se tipificara el feminicidio como delito, se han contabilizado 1.920 femicidios, que han dejado un total de 1.817 niños y niñas en la orfandad en Ecuador, de acuerdo con datos de Aldea.
Quiñónez insistió en que “hay un vínculo directo entre la violencia contra las mujeres y la violencia contra niñas, niños y adolescentes”. Ante este escenario, solicitó “mayor entendimiento de la problemática” por parte del Gobierno e instituciones públicas.
Pero también llamó a realizar un cambio social y cultural. “La violencia está muy generalizada y normalizada en el Ecuador. Si eso no cambia, será difícil que las actitudes de los funcionarios públicos también se transformen”, concluyó.