El futbolista ecuatoriano Pedro Pablo Perlaza, que jugó hasta septiembre pasado en el Delfín de la primera división de Ecuador, fue secuestrado este lunes en Esmeraldas. La Policía Nacional y familiares también indicaron que junto al futbolista estaba su amigo, Juan M. quien también fue secuestrado.
“Ante la presunta desaparición involuntaria de los ciudadanos Pedro P. y Juan M. en Esmeraldas, tras la presentación de la respectiva denuncia por parte de sus familiares; Policía Nacional inició de manera inmediata las labores investigativas y operativas alrededor de este hecho”, escribió la Policía en sus redes sociales.
Según la denuncia de los familiares del jugador, el rapto se produjo la noche del lunes en la zona conocida como 5 de Junio, en Esmeraldas.
”El caso ya está en manos de la unidad antisecuestros de la Policía, que recibió la llamada de la familia de Perlaza”, quienes han indicado que “el jugador fue interceptado por un motorizado en las calles Malecón y Manuela Cañizares y subido por la fuerza a un vehículo”, según una versión publicada por la revista ‘Estadio’.
Conocidos dijeron a Rayo tv Esmeraldas que el domingo se encontraban disfrutando un fútbol barrial. Un familiar de Juan M. dijo que estaban en la cancha y luego PPP lo pasó retirando por la casa de Juan M. pero no dijeron a dónde iban.
El defensa derecho de 33 años ha jugado en clubes como Delfín, Liga de Quito, Independiente del Valle, Aucas y el Barcelona, entre otros equipos locales, y tuvo un paso efímero por la selección ecuatoriana en 2022.
’La Liza’ Perlaza, como también es conocido el jugador, alcanzó títulos de la Liga Pro ecuatoriana con Delfín (2019), Liga de Quito (2021) y el Aucas (2022).
Este hecho se sumó a la oleada de secuestros, extorsiones y asesinatos que se denuncian a diario en Ecuador, que desde hace unos cuatro años sufre una arremetida de la violencia en calles y cárceles.
Desde inicios de 2024, el presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, elevó la lucha contra el crimen organizado a la categoría de “conflicto armado interno”, con lo que pasó a catalogar a las bandas de delincuencia organizada como grupos terroristas.También en este año ha emitido cerca de una decena de estados de excepción con acciones como la militarización de las cárceles, controladas por estructuras criminales, para intentar poner freno a la violencia.
Si bien el Gobierno ha reportado una disminución del 17 por ciento en el número de homicidios a nivel nacional, respecto a la explosión de asesinatos que se registró en 2023, las denuncias de extorsiones, secuestros y asesinatos se siguen presentando a diario en el país. EFE