El Frente Unitario de Trabajadores (FUT) sugirió aumentar el salario básico unificado (SBU) a USD 104 adicionales, buscando acercarlo a la canasta vital, que en octubre de 2024 alcanzó los USD 563,04. Sin embargo, expertos en economía consideran que el impacto en las empresas podría ser significativo, especialmente en un contexto de reactivación económica lenta.
Juan Carlos Salvador, presidente del Colegio de Economistas de Pichincha, explicó que los costos laborales representan el 12% de los gastos totales de las empresas. Un incremento en el SBU afectaría las utilidades empresariales, especialmente en sectores que ya enfrentan una caída de ventas del -1,6% hasta septiembre.
“El salario básico se analiza desde dos perspectivas: como gasto empresarial y como fuente de consumo. Si no hay consenso en el aumento, considerando la inflación acumulada del 1,8% hasta octubre, el incremento sería de USD 8, dejando el SBU en USD 468″, señaló Salvador.
Brecha entre salario y canasta básica
Aunque el FUT busca reducir la distancia entre el SBU y la canasta vital, que hoy alcanza los USD 805,04, Salvador destacó que la prioridad debe ser generar empleos adecuados. Actualmente, solo 2 de cada 5 personas tienen empleo formal, mientras que en el sector rural la cifra es 1 de cada 5.
“El reto no solo es cubrir la canasta vital, sino también activar la economía. Propuestas de aumento salarial deben incluir estrategias para mantener y generar nuevos empleos”, afirmó el experto.
Evasión fiscal y soluciones integrales
Otro desafío destacado por Salvador es la evasión de impuestos. Según el BID, Ecuador es el segundo país en la región con mayor evasión de IVA, lo que representa una oportunidad para mejorar las finanzas públicas.
“Debemos cobrar los impuestos de manera técnica y eficiente para no recurrir al aumento de tasas. Una recaudación adecuada permitiría aliviar las cargas fiscales de las empresas y fomentar la inversión”, concluyó Salvador.
La propuesta del FUT busca responder a la necesidad de los trabajadores, pero enfrenta desafíos económicos que incluyen la caída de ventas, crisis eléctrica e inseguridad. Los expertos coinciden en que el incremento salarial debe ir acompañado de políticas integrales para garantizar la sostenibilidad económica y social.