El Ecuador se encuentra de luto tras la trágica partida de la capitana Diana Ruiz, reconocida por ser la primera mujer en pilotear un avión supersónico como miembro de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE). Diana falleció este martes 26 de noviembre de 2024 en un accidente aéreo ocurrido en La Libertad, Santa Elena. Su legado y ejemplo de superación quedan marcados en la historia de la aviación nacional.
Diana Ruiz nació el 7 de abril de 1992 en Píllaro, Ambato. Desde joven, mostró una pasión especial por la aviación, la cual la llevó a ingresar a la Escuela Superior Militar de Aviación Cosme Rennella B. (ESMA), donde consolidó su vocación militar.
En su perfil en la página oficial de la ESMA, Diana expresó: “Mi principal motivo al ingresar a la FAE como piloto fue la aviación. La pasión y gusto por la Aeronave, al pasar por la ESMA mi vocación militar y servicio a la Patria fueron creciendo y convirtiéndose en una motivación para culminar mi formación en la ESMA”.
A sus 32 años, Ruiz ya había alcanzado un logro sin precedentes: ser la primera mujer piloto en volar un avión supersónico en el Ecuador. Con este hito, inspiró a nuevas generaciones a perseguir sus sueños con esfuerzo y disciplina.
Así la recuerda a Diana
Diana Ruiz no solo destacó por sus logros profesionales, sino también por su personalidad carismática y comprometida. Una de sus allegadas, que prefirió mantener su nombre en reserva para la publicación de esta nota, compartió con Metro Ecuador algunos recuerdos:”Era super carismática, super tranquila... Era súper respetuosa, súper responsable con su trabajo”, relató entre lágrimas.
Además, Ruiz siempre destacó el orgullo que sentía por su familia, a quienes representaba en cada uno de sus logros. Su historia es un testimonio de superación y amor por el servicio a la patria.
Un legado que inspira
La capitana Ruiz deja una huella imborrable en la aviación ecuatoriana y en quienes sueñan con superar barreras. En sus propias palabras: “Siempre persigan sus sueños y luchen por los mismos, el servicio a la patria es un verdadero honor”.
Su vida y trayectoria se convierten en un ejemplo de dedicación y esfuerzo, dejando en alto el nombre del Ecuador y de las mujeres que abren caminos en áreas históricamente lideradas por hombres.
Con su partida, el país pierde una figura destacada, pero su legado continuará inspirando a quienes sueñan con volar más alto.