BELGRADO, Serbia (AP) — Residentes del norte de Serbia detuvieron el tráfico y guardaron silencio el viernes para conmemorar a las 14 víctimas del colapso del dosel de una estación de tren hace dos semanas y exigir rendimiento de cuentas por la tragedia.
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Docenas de manifestantes sostuvieron una gran pancarta negra y bloquearon los cruces fuera de la estación central de trenes en la ciudad de Novi Sad, donde el techo exterior del edificio se derrumbó repentinamente el 1 de noviembre, matando a 14 personas e hiriendo a tres.
Muchos en Serbia culparon del incidente a la corrupción desenfrenada que, según dijeron, llevó a un trabajo descuidado en la renovación del edificio de la estación. El edificio de 60 años fue renovado dos veces en los últimos años e inaugurado por los principales funcionarios de la nación balcánica.
Las autoridades han prometido una investigación exhaustiva y el ministro de construcción del gobierno serbio ha presentado su renuncia. Pero no ha habido arrestos y los detractores han acusado a las autoridades populistas de eludir la responsabilidad.
Miles han asistido a protestas tanto en Novi Sad como en Belgrado en las últimas dos semanas. Muchos en Serbia son escépticos de que alguien será castigado por la tragedia porque el gobierno populista tiene un control firme tanto de la policía como del poder judicial.
Legisladores de la oposición en Belgrado se unieron el viernes a la protesta silenciosa bloqueando el tráfico durante 14 minutos fuera del edificio del Parlamento en la ciudad capital. En Novi Sad, un grupo de activistas también liberó globos negros en el aire simbolizando a las 14 víctimas.
Una niña de 6 años estuvo entre los muertos por el colapso del techo. Las tres personas heridas se sometieron a cirugía de amputación y permanecen en condición crítica de salud.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.