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¿Qué pasa en Mazar y Coca Codo Sinclair?

El agua del embalse de Mazar está debajo del nivel mínimo.
CUENCA-CAUDAL-EMBALSE-MAZAR El agua del embalse de Mazar está debajo del nivel mínimo (APIFOTO)

Ecuador pasará a partir de este viernes de ocho a catorce horas al día de apagones programados a causa de la grave crisis energética que afecta al país, debido a una histórico sequía en sus principales centrales hidroeléctricas.

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La escasez de lluvias ha reducido los caudales de los ríos a niveles críticos, impactando drásticamente la capacidad de generación eléctrica, ya que el país depende en un 72% de fuentes hidroeléctricas para cubrir su demanda energética.

De acuerdo a la ministra de Energía, Inés Manzano, explicó que la crisis es consecuencia de una grave sequía en toda Sudamérica. “El principal problema son los caudales deprimidos en límites históricos, como es el caso de Mazar y Coca Codo Sinclair”.

Coca Codo Sinclair

En Coca Codo Sinclair, que se encuentra en Napo, la central más grande de Ecuador, la producción se ha desplomado debido a los bajos niveles del río Coca. Actualmente, esta planta está produciendo solo entre 400 y 502 megavatios, muy por debajo de su capacidad instalada de 1.500 megavatios (MW).

De acuerdo con la Corporación Eléctrica del Ecuador, al medio día de este jueves 24 de octubre estuvo generando 410 MW.

Mazar

Mazar abastece a un complejo de tres centrales en el río Paute, con una potencia combinada de más de 1.700 megavatios. Sin embargo, la cota del embalse de Mazar ha caído a 2.112 metros sobre el nivel del mar, menos que el nivel crítico de 2.115 metros, lo que obligó a detener temporalmente sus turbinas para conservar agua. Esto compromete aún más la capacidad de generación del sistema Paute, que habitualmente aporta cerca del 40% de la energía del país, y actualmente está operando con apenas una fracción de su capacidad.

Sin embargo, si el nivel desciende a 2.110 metros, se pierde el control del embalse, lo que podría llevar al cierre de las dos turbinas.

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La falta de agua y el estiaje prolongado han afectado de manera severa el funcionamiento de estas plantas y han reducido el suministro total de energía en un 50% en comparación con su capacidad instalada.

Ante la escasez de fuentes de generación alternativa y en medio de condiciones de estiaje que no muestran señales de mejora, el país enfrenta un complejo panorama energético que continúa generando apagones, afectando a millones de ecuatorianos y desafiando a las autoridades a implementar medidas sostenibles para mitigar la crisis.

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