En un operativo nocturno de control de permisos comerciales, la Agencia Metropolitana de Control (AMC), en conjunto con el Cuerpo de Agentes de Control Metropolitano y la Comisaría, clausuró un nightclub clandestino que operaba en una zona residencial de Forestal Alta, al sur de Quito. Este establecimiento, que aparentaba ser una vivienda, fue descubierto gracias a denuncias vecinales y la vigilancia de las autoridades locales.
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En el lugar, solo dos trabajadoras contaban con el carné de salud requerido por el Ministerio de Salud Pública, un documento que certifica la ausencia de infecciones de transmisión sexual (ITS), VIH o sífilis, según la normativa vigente.
En lo que va de 2024, la AMC ha intervenido en más de 10 locales en Quito. En entrevista con Metro Ecuador, Shantal Salazar, instructora metropolitana, reveló que se han llevado a cabo 16 procedimientos administrativos en este tipo de establecimientos.
De estos, 14 clausuras se debieron a la falta de la Licencia Única de Actividad Económica (LUAE), mientras que dos se debieron a un uso indebido del permiso otorgado.
“Las clausuras se fundamentan en la categoría de estos establecimientos, que corresponde a la categoría tres. Se requieren componentes técnicos de varias entidades para garantizar que no haya riesgos en el ejercicio de sus actividades”, explicó Salazar.
Además, agregó: “Las clausuras se llevan a cabo por motivos de riesgo, cuando la AMC ha verificado infracciones en flagrancia. También se produce clausura cuando estos establecimientos se encuentran cerca de lugares que no pueden obtener licencia, como centros educativos. En el último caso, se halló un nightclub en una zona residencial, donde nunca se otorgará un permiso para operar, lo que también está relacionado con la prostitución clandestina que muchos de estos locales llevan a cabo al no estar regularizados”.
¿En qué sectores ha intervenido la AMC?
Los sectores donde la Agencia Metropolitana de Control ha realizado procedimientos incluyen Amaguaña, Comité del Pueblo, La Mariscal Sucre, Pifo, Pintag, San Antonio de Pichincha y Yaruquí.
“Para intervenir en estos establecimientos, coordinamos con el Ministerio de Salud, ya que sabemos que la actividad que ejercen está relacionada con la higiene. Al final, estas son actividades sexuales que necesitan estar reguladas. Se recomienda a la ciudadanía que verifiquen que los establecimientos estén regularizados, independientemente de la actividad, para que puedan hacer uso del servicio”, concluyó la instructora metropolitana de la AMC.
