Los vídeos grabados por Dominique Pelicot sobre su propia mujer, Gisèle, a quien drogaba para violarla y ofrecerla a más de cincuenta hombres para que también la violaran, serán retransmitidos esta tarde en la sala del juicio que se celebra en Aviñón (sur de Francia) contra el principal acusado y otros 50 hombres.
El presidente del Tribunal Penal de Vaucluse, Roger Arata, pidió el permiso a Gisèle Pelicot, que se lo concedió, lo que dará lugar a uno de los momentos más reveladores del proceso, al mostrar las prácticas de Dominique Pelicot y del resto de acusados.
Gisèle Pelicot pidió que no se difundan las imágenes y vídeos en la sala de retransmisión donde el público sigue la audiencia desde que empezó, el pasado 2 de septiembre, así como que tampoco sus hijos estén presentes en el momento de la difusión del material gráfico.
“Me siento humillada desde que he entrado en esta sala, se me trata de alcohólica, hace falta tener mucha paciencia para escuchar lo que escucho”, añadió la mujer.
La septuagenaria aseveró que los vídeos podrán “atestiguar” que la violaban cuando estaba “en estado de coma”, fruto de los fuertes somníferos que Dominique le administraba sin que ella lo supiese.
Gisèle, acompañada por su hija Caroline visiblemente conmovida, dijo que “a estas alturas ya no hay perdón posible” y que se sintió “completamente humillada”.
“¿La violación es una cuestión de tiempo? ¿De tres minutos, una hora? Yo estoy completamente consternada porque si esas personas (los acusados) ven a su hija, a su hermana en ese estado, ¿qué pensarían?”, alegó.
Con datos de EFE