Zimbabue, país ubicado en el sur de África, anunció que sacrificará a un total de 200 elefantes por la escasez de alimentos, ocasionada por la sequía más fuerte que han tenido en décadas.
Asimismo, este no es el primer país que planea realizar este acto pues otros países como Namibia ya lo han hecho.
“Más elefantes de los que necesita”
El ministro de Medio Ambiente de Zimbabue, Sr. D. Mangaliso Ndlovu, afirmó el día miércoles en el parlamente que el país tiene “más elefantes de los que necesita”.
De igual importancia, el ministro añadió que ordeno a las autoridades de Parques y Vida Silvestre del país (ZimParks) que llevará a cabo la matanza selectiva.
Los 200 elefantes serán cazados en la reserva natural de Hwange, la mayor del país, detalló a AFP el director general de ZimParks, Fulton Mangwanya.
Zimbabue alberga cerca de 100.000 elefantes, la segunda mayor población mundial después de Botsuana. Solo en el parque Hwange, se estima que habitan 65.000 de estos gigantes, una cifra que supera en cuatro veces la capacidad del parque.
“Haremos lo que Namibia ha hecho anteriormente, es decir, sacrificaremos a los elefantes y movilizaremos a nuestras mujeres locales para que recojan la carne y la sequen para beneficiar a las comunidades como alimento proteínico”, anunció el ministro.
Esta es la segunda vez desde su independencia en 1980 que Zimbabue realiza una cacería de elefantes a gran escala. La primera ocurrió en 1988, y desde 1965 se estima que se han sacrificado unos 50.000 ejemplares.
¿Qué paso en Namibia?
Debido a la sequía más severa en décadas, causada por El Niño, Namibia se vio obligada a sacrificar a más de 700 animales, entre ellos 83 elefantes, a principios de septiembre. Esta medida extrema buscaba aliviar la hambruna que azota al país y reducir la presión sobre los recursos hídricos cada vez más escasos.
Ambos países han sido declarados estado de emergencia debido a la sequía.
La población de elefantes en África ha sufrido una disminución alarmante, pasando de varios millones a principios del siglo XX a apenas 415.000 ejemplares en la actualidad, según datos del WWF, (Fondo Mundial para la Naturaleza). Esta drástica reducción ha llevado a que ambas especies, asiática y africana, se encuentren en peligro de extinción, con excepción de algunas poblaciones del sur del continente.