El Centro de Estudios Aplicados en Química de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE) determinó que tipos de pescados y conchas que se comercializan en mercados y supermercados de Ecuador están contaminados con cadmio, plomo y mercurio, según su nueva investigación.
Ante eso, indican que el ingreso de estos metales tóxicos al cuerpo pueden causar graves efectos en el organismo, sobre todo en los grupos vulnerables. Una de las consecuencias pueden ser problemas respiratorios, afectaciones en el desarrollo cognitivo y el crecimiento, y también cáncer.
Este centro de estudios examina los alimentos que se comercializan en Ecuador desde el 2018.
La primera alerta por contaminación de plomo y cadmio se dio en lechuga, tomate y zanahoria que se vende en los mercados de Quito. En una entrevista con Teleamazonas, David Romero, investigador de la PUCE, explicó que los metales como el plomo “se pueden acumular en el hígado o riñones y puede producir efectos mucho más tóxicos, como el cáncer”.
Contaminación de pescados y conchas:
En el país, tras el estudio se tomaron 55 muestras para análisis y los resultados arrojaron:
Los pescados picudo, corvina, pargo, dorado y tollo tienen índices medios y altos de mercurio. Según normas nacionales e internacionales, el índice de mercurio permitido en los productos del mar es 1 mg por cada kilo. Sin embargo, el picudo arrojó 6 miligramos.
La corvina, el pargo y el tollo arrojaron 0.9 mg, es decir niveles medios.
Las conchas no solo tienen mercurio, sino también cadmio y plomo.
La principal fuente de contaminación de los mariscos mencionados es la mala gestión de los residuos de la minería ilegal, de campos agrícolas e industrias que contaminan ríos y mares.
Hugo Navarrete, director del centro de investigación PUCE, dijo en una entrevista a Visionarias que la contaminación de estos animales y alimentos se da en todo el país. Por ello, se busca concientizar a los ciudadanos para que se tomen las medidas necesarias.
Ante eso, recomendaron sobre todo limitar el consumo de Dorado y Picudo a una porción por semana y que niños y mujeres embarazadas eviten el consumo de picudo y tollo.
Hasta el momento, no existe una cantidad que regule la calidad de los mariscos y pescados que no estén enlatados o envueltos al vacío.