La detección de una nueva versión de la viruela del mono ha disparado las alertas en la comunidad médica y científica en todo el mundo.
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De acuerdo con profesionales de la salud pública, este virus, cuya conducta se ha vuelto cada vez más alarmante, posee la habilidad de desembocar en la futura gran pandemia si no se implementan acciones urgentes para limitar su expansión, informa el periódico inglés Daily Star.
¿Qué es la virtual del mono?
El mpox, también llamado en el pasado viruela del mono, es una condición contagiosa provocada por un virus que está asociado al causante de la viruela humana.
Si bien tradicionalmente ha sido prevalente en algunas áreas de África, en años recientes se ha propagado a otras regiones del mundo, entre ellas Europa y América del Norte.
La emergencia del clado Ib, una variante en desarrollo, ha provocado un interés particular debido a su expansión acelerada y la potencialidad de que muestre características más agresivas que las cepas identificadas anteriormente.
¿Estamos preparados?
Debora MacKenzie, una escritora de ciencia y la autora de “Stopping the Next Pandemic: How Covid-19 Can Help Us Save Humanity”, ha alertado que no podemos darnos el lujo de ser autocomplacientes en lo que respecta a nuevas amenazas virales como el mpox.
En un artículo nuevo, MacKenzie destacó que la carencia de medidas anticipadas durante las fases iniciales de la pandemia de COVID-19 debe funcionar como un aprendizaje importante para prevenir equivocaciones parecidas con el mpox.
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De acuerdo con MacKenzie, una de las cuestiones más inquietantes es la escasa disponibilidad de la vacuna para la viruela, la cual podría proporcionar resguardo contra el mpox.
En diversas áreas de África, el mpox ha prevalecido durante largos periodos de tiempo, y la inaccesibilidad a la correspondiente vacuna ha facilitado la dispersión del virus.
MacKenzie sostiene que si se hubiesen realizado campañas de inmunización a gran escala en estas regiones, probablemente el mundo no estaría lidiando con la situación actual.
¿Por qué es una preocupación global?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado una emergencia sanitaria pública a causa del mpox, resaltando la importancia de una reacción coordinada a nivel mundial para controlar su propagación.
No obstante, la reacción a nivel internacional ha variado, con ciertos países implementando regulaciones rigurosas, mientras que otros han optado por políticas más flexibles.
¿Cómo se transmite y quiénes están en riesgo?
El mpox se propaga principalmente mediante el contacto directo con heridas en la piel o líquidos corporales de individuos infectados, también puede contagiarse por medio de artículos infectados como sábanas y toallas.
A pesar de que el virus no se propaga con facilidad de persona a persona, el riesgo de infección se puede incrementar considerablemente con el contacto íntimo, incluyendo el contacto sexual.
¿Cuáles son los síntomas?
Los signos de la viruela del mono comprenden alta temperatura corporal, cefalea, malestar muscular, agotamiento y una erupción distintiva que normalmente aparece primero en la cara antes de propagarse a otras áreas del cuerpo.
Este erupción cutánea se desarrolla en diminutas vesículas llenas de fluido, que finalmente se cubren de costras y se desprenden. Aunque la mayoría de las infecciones son benignas y se solucionan en unas pocas semanas, en escenarios más severos, el mpox puede necesitar la internación hospitalaria e incluso puede resultar mortal.
¿Cómo cuidarse?
En cuanto a la prevención, no hay una vacuna particular para el mpox, sin embargo, la vacuna de la viruela proporciona una protección considerable.
En naciones como el Reino Unido, los entes de salud han iniciado la distribución de esta vacuna a individuos con elevado riesgo de contacto con el virus.
¿Qué medidas tomar?
Es esencial que la comunidad mundial tome un enfoque fuerte y unificado a medida que el mpox sigue propagándose, para evitar que esta enfermedad se transforme en la siguiente pandemia a escala global.
Los especialistas subrayan la necesidad de la monitorización epidemiológica, la aplicación de regulaciones de control en las zonas de entrada internacionales, y la expansión del alcance de la vacunación en las regiones más susceptibles.