En la fosa Nankai se produjo un terremoto de 7.1 grados de magnitud el pasado 7 de agosto de 2024 que puso en alerta a Japón. Esta fosa submarina es propensa a movimientos telúricos permanentes.
Luego de este gran sismo se levantó la alerta por parte de los servicios de gestión de riesgos japoneses, debido a la posibilidad que se produzca un megaterremoto en la misma zona de Japón. Además, de un tsunami de grandes proporciones.
Las autoridades indicaron que el sismo del pasado 7 de agosto aumentó las probabilidades de entre el 70% y 80% de que ocurra un megaterremoto de proporciones apocalípticas en la zona en 30 años, por lo que han llamado a la población para que se prepare oportunamente.
Esto, porque después del sismo en la zona de subducción de Nankai se puede formar una presión en las placas tectónicas. Esta fosa se extiende unos 900 kilómetros de la costa del océano Pacífico y está al sur de la capital, Tokio.
Aunque el Gobierno de Japón retiró el aviso extraordinario al respecto el 15 de agosto, lo que indica ahora es adoptar medidas de prevención de desastres para lo que pueda venir en 30 años. según lo alertan los científicos japoneses.
El llamado terremoto gigante de la fosa de Nankai es un gran movimiento sísmico que viene ocurriendo periódicamente cada 100 o 150 años en algún punto de la línea de separación entre la placa continental y la placa filipina, que va sumergiéndose bajo la primera (subducción). Afecta directamente a toda la costa suroriental de Japón, desde la bahía de Suruga (prefectura de Shizuoka) al citado mar de Hyūga. Sus últimas manifestaciones fueron en 1944 (terremoto de Shōwa Tōnankai) y 1946 (terremoto de Shōwa Nankai), es decir, hace unos 80 años.
El que se registró en 1946 tuvo una magnitud de 8 grados y provocó un tsunami con olas de hasta 7 metros de altura. Por lo que los japoneses advierten que el siguiente podría ser de más de 9 grados y las olas del tsunami no solo alcanzarían las costas del océano pacífico, sino también la bahía de Osaka y el Mar Interior de Seto.
