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Así fue cómo casi escopolaminan a una mujer en el norte de Quito: “me dijo disculpa puedo orar contigo”

Tras el intento de escopolaminarla, le dio pico en la garganta y se le hincharon los labios.

Así fue cómo casi escopolaminan a mujer en el norte de Quito
Así fue cómo casi escopolaminan a mujer en el norte de Quito. Imagen referencial (urbazon/Getty Images)

El hecho se registró el pasado jueves 11 de julio de 2024, cuando Susana (nombre protegido), quien es moradora del sector La Carolina, quedo en verse con sus amigas en un centro comercial del sector, en el norte de Quito.

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Para evitar que oscurezca un poco, salió de su departamento a las 17h30 y fue caminando hasta el centro comercial. Subió al piso del patio de comidas de este lugar y se sentó a esperar a sus amigas en unas bancas.

“Yo me senté ahí para escribirles a mis amigas y apenas me senté y saqué el teléfono para escribir, pasó un chico bastante joven de unos 24 años, estaba con un jean, camiseta y mochila negra... Él pasó al frente mío... Luego regresa y me dice disculpa puedo orar contigo. Entonces yo le alcé a ver, tenía un acento costeño... La verdad le quedé viendo y le dije no gracias”, contó Susana a Metro Ecuador.

Luego se sentó en la banca, sacó un papel con un forro plástico y le dijo a Susana: “sé que estás necesitando una oración y hagámoslo juntos... Entonces el trataba de acercarme el papel, yo estaba como arrinconada a las plantas que hay ahí, él estaba sentado alado mío, y empezó a leer el papel...”.

El sujeto leía la oración a Susana, a quiene le empezó a picar la garganta; una especie de picor como un hormigueo, que sintió también en la nariz.

“Entonces a mi pareció raro que esto sucediera mientras me estaba mostrando el papel... Primero en la garganta, luego en la nariz y uno se empieza sentir raro y cuando acaba de rezar, pone la mochila en sus piernas y saca de la mochila un libro que tenía una funda plástica, que me mostraba y me decía que pertenece a un grupo de jóvenes y que está a la venta el libro y me decía cógelo”, cuenta la mujer.

Como Susana se empezó a sentir rara, le dijo: “no me toques, no gracias”, y se puso de pie. En eso, el joven se fue y ella se dirigió a uno de los guardias del centro comercial, porque sintió un mareo:

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“Lo único que hice es coger el teléfono y empecé a llamarle a mi hija, le conté lo que pasó y le dije que venga... No cuelgues el teléfono hasta que llegues... Nos manteníamos en línea y me senté en una de las sillas del patio de comidas... Cuando ya logra llegar mi hija, vino corriendo hacia mí...”.

Luego se puso de pie para explicar lo que le pasó a uno de los guardias, y cuando se paró de nuevo sintió un mareo. Su hija le sostuvo del brazo y el guardia también. Además, el centinela le preguntó las características físicas del chico que se le acercó.

Pese a que intentaron buscarlo, no dieron con él. Susana salió del centro comercial. Con el picor, sentía que se le hinchaban lo labios. Ya en su casa, después de tomar agua y sentirse un poco mejor, tipo 22h00 si se le hincharon los labios.

Al siguiente día se hizo revisar con un médico general quien le indicó que posiblemente le intentaron escopolaminar. El galeno le mandó a tomar bastante agua, que esté al aire libre para que el efecto se vaya.

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