La Universidad Central del Ecuador se encuentra inmersa en un conflicto administrativo complejo que amenaza la integridad de docentes y estudiantes. La situación se ha exacerbado por la ausencia de autoridades principales, cesadas mediante un acto administrativo cuya legalidad está en disputa y sujeto a resolución judicial.
Gracias a lo que se pudo conversar en una entrevista con varias personas encargadas de este movimiento, logramos conocer a fondo la problemática.
Patricio Salazar, representante docente de la Facultad de Proexpudencia de la Universidad Central al Consejo Universitario señaló que, “en medio de una profunda crisis institucional, la Universidad Central del Ecuador se encuentra inmersa en un conflicto que amenaza con paralizar sus funciones administrativas y académicas. La situación se ha exacerbado por la ausencia de autoridades principales, cesadas mediante un acto administrativo cuya legalidad está en disputa y sujeto a resolución judicial”.
Paulina Viera indicó que, “esto no es un tema personal ni a favor ni en contra de nadie como como consejo universitario nosotros tenemos una responsabilidad con nuestros compañeros docentes trabajadores y estudiantes y sólo queremos cumplir nuestra responsabilidad es lo único que queremos. Es la segunda vez que ya intenta organizar esta reunión y por el quórum no han podido ya iniciar la sesión”.
“La esperanza reside en que, mediante el diálogo constructivo y el cumplimiento de las normativas vigentes, la Universidad Central del Ecuador pueda recuperar la estabilidad y continuar con su misión educativa en beneficio de todos sus miembros y de la sociedad ecuatoriana en su conjunto”.
“La incertidumbre y la falta de liderazgo han afectado a toda la comunidad universitaria. Los estudiantes, docentes y personal administrativo se enfrentan a problemas como el retraso en el pago de sueldos y la falta de contratos firmados, lo cual pone en riesgo la estabilidad financiera y laboral de muchos”.
Ante este panorama, los representantes estudiantiles y docentes han hecho un llamado a la unidad y al cumplimiento de la ley. Destacan la necesidad urgente de acatar la resolución del CES para evitar una intervención gubernamental que podría poner en peligro la autonomía universitaria.
El futuro de la Universidad Central del Ecuador depende en gran medida de la capacidad de sus miembros para resolver esta crisis interna de manera pacífica y legal. Es crucial que se restablezcan las autoridades legítimas mediante elecciones transparentes y que se garantice el funcionamiento regular de la institución.
La Universidad Central del Ecuador atraviesa una etapa crítica en la que la comunidad universitaria, consciente de la importancia de su institución en la historia y la educación del país, está llamada a unirse en torno al respeto por la legalidad y la búsqueda de soluciones que permitan superar esta crisis sin precedentes.
El Consejo de Educación Superior (CES) ha emitido una resolución instando a la Universidad Central a convocar elecciones para subsanar la falta de autoridades. Sin embargo, la convocatoria a estas elecciones ha enfrentado resistencia por parte de varios sectores dentro de la universidad, lo que ha impedido la instalación del quórum necesario para proceder con la sesión correspondiente.
La incertidumbre y la falta de liderazgo han afectado a toda la comunidad universitaria. Los estudiantes, docentes y personal administrativo se enfrentan a problemas como el retraso en el pago de sueldos y la falta de contratos firmados, lo cual pone en riesgo la estabilidad financiera y laboral de muchos.
Ante este panorama, los representantes estudiantiles y docentes han hecho un llamado a la unidad y al cumplimiento de la ley. Destacan la necesidad urgente de acatar la resolución del CES para evitar una intervención gubernamental que podría poner en peligro la autonomía universitaria.