En la inspección realizada por el AMC de Quito en un restaurante de Quito, observaron que operaban sin los debidos permisos e incumpliendo varias normas de seguridad. Concretamente encontraron ollas oxidadas, cocina y estufas corroídas, comida arrojada por el suelo y sobre superficies sucias, alimentos con mala refrigeración y un trapeador que estaba en contacto con el lavaplatos.
En el post publicado por la cuenta de X del ARCSA, indicaron que, “Clausuramos un restaurante que presentaba pésimas condiciones de higiene en el interior de su cocina, en el sector de La Pradera . En la inspección pudimos observar ollas oxidadas, cocina y estufas corroídas, comida arrojada por el suelo y sobre superficies sucias, alimentos con mala refrigeración y un trapeador que estaba en contacto con el lavaplatos”.
“Estas condiciones de insalubridad en establecimientos de comida es una fuente de enfermedades bacterianas que pueden derivar en fuertes infecciones causadas por la salmonella, entre otras más. La dueña del local, quien no contaba con el permiso de funcionamiento, podría pagar una multa de 460 a 1.840 dólares”.
“Con estos controles evitamos que los quiteños consuman comida en restaurantes que no cumplen con las normas necesarias para una adecuada preparación de sus alimentos”.
