Un tanque tiró las puertas de la sede del Ejecutivo de Bolivia e ingresó a las 15:51 hora local, luego que el comandante general del Ejército boliviano, Juan José Zuñiga, amenazara con tomar la sede del Gobierno y cambiar el gabinete. Ante eso, el presidente de Bolivia, Luis Arce, denunció movimientos irregulares de miembros del Ejército, ante la presencia inusual de militares que cerraron la Plaza Murillo, el epicentro político de La Paz.
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“Denunciamos movilizaciones irregulares de algunas unidades del Ejército Boliviano. La democracia debe respetarse”, escribió el dignatario en su cuenta de X (antes Twitter).
El canal estatal Bolivia Tv mostró cómo la Policía Militar, con escudos antidisturbios, impide el tránsito libre de las personas y emplea gas contra civiles que tratan de acercarse a la Casa Grande del Pueblo (sede gubernamental).
Con anterioridad, el exmandatario Evo Morales denunció este miércoles un supuesto “acuartelamiento” de las Fuerzas Armadas.
“Desde hace una hora, comandantes de divisiones, instruyen a comandantes de regimientos a retornar inmediatamente a sus cuarteles para esperar nuevas disposiciones (acuartelamiento).
“Esto levanta muchas sospechas del movimiento militar en Bolivia”, escribió en su cuenta de X.
La población comienza a movilizarse hacia la Plaza Murillo con consignas en defensa de la democracia.
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El general Juan José Zúñiga declaró a la televisión que se trata de un golpe de Estado militar y que habrá cambio de gabinete.
En tanto, el titular de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, dijo que su oficina “condena de la forma más enérgica los acontecimientos en #Bolivia. El Ejército debe someterse al poder civil legítimamente elegido. Enviamos nuestra solidaridad al Presidente de #Bolivia Luis Arce Catacora, su Gobierno y todo el pueblo boliviano. La comunidad internacional, la OEA y la Secretaría General no tolerarán ningún quebrantamiento del orden constitucional legítimo en #Bolivia o cualquier otro lugar”.