Un Tribunal Penal de Quevedo decidió en primera instancia que el Servicio Nacional de Atención a Privados de la Libertad (SNAI) pida disculpas públicas a Carolina Lllanos, pareja sentimental del exlegislador Galo Lara, quien estuvo en prisión por ocho años debido al triple crimen ocurrido en Quinsaloma, el pasado 4 de agosto de 2011.
Esto sucede luego de seis meses de haber presentado una acción de protección a favor de Llanos por haber sido detenida en estado de gestación. La defensa de la mujer también pidió una reparación integral material e inmaterial o compensación económica, cuyo monto lo deberá determinar el Contencioso Administrativo, a partir de pruebas como gastos médicos, psicológicos, entre otros.
Se conoció además, que el SNAI apeló el fallo del Tribunal. Sin embargo, la defensa de Llanos indica que ella no debió ser capturada cuando estaba embarazada ya que no recibió atención médica oportuna.
Tanto Galo Lara como Carolina Llanos fueron declararos inocentes luego de 10 años. El 29 de septiembre de 2021, un Tribunal de Revisión de la Corte Nacional de Justicia (CNJ) “restableció”, por unanimidad, el estado de inocencia.
¿Qué pasó en la cárcel?
Llanos fue detenida el 16 de enero de 2012 por el caso Quinsaloma. La Fiscalía de ese entonces a cargo de Galo Chiriboga reconstruyó el caso y encontró tres responsables del triple crimen: El exasambleísta Galo Lara y la madre de sus hijos, Carolina Llanos, como autores intelectuales. Gilbert Llanos, hermano de Carolina, como cómplice.
Llanos fue capturada en un centro comercial de Guayaquil cuando estaba comprando ropa para sus hijos. La mayor tenía 13 años y los mellizos cinco meses de nacidos. Los niños se quedaron en el carro con la niñera.
Luego de varias audiencias, Llanos, quien ya sospechaba que esperaba otro hijo de Lara, llegó a la cárcel de mujeres de Guayaquil el 17 de enero.
Después de dos días, se produjo una turba entre las internas de la cárcel de Guayaquil donde estaba recluida Carolina. Una de las prisioneras intentó sacar un cuchillo, pero este se enredó en su chompa, pero mientras intentaba sacarlo, las otras mujeres, golpearon a Llanos sin piedad, aunque esta logró defenderse y encerrarse en el baño.
Sin embargo, los golpes recibidos en el vientre le provocaron terribles dolores durante varios días.
El 16 de febrero de ese año, Llanos solicitó a la fiscal Inés Barco que le designe un médico legista para que le practicara una prueba de embarazo. Esto fue confirmado por Daysi Trejo Valdez, especialista acreditada por el Consejo de la Judicatura.
Llanos sufrió sangrados e intenso dolor debido a los golpes, pero el 8 de marzo, la entonces directora de la cárcel, María Belén Chérrez se comunicó con la mujer y dispuso a Victoria Sánchez de Vera, médico del centro penitenciario, que realizara una evaluación.
La doctora sugirió que trasladen de emergencia a Carolina al centro de salud Santa Marianita de Jesús para una ecografía obstétrica, pero la directora de la cárcel negó la salida y pidió otra opinión médica.
La hemorragia no paró y los abogados de Llanos insistieron en llevarla a un hospital, pero como la ambulancia ya se había retirado, Llanos fue llevada hasta el centro de salud en vehículo particular, según consta en el parte del subteniente Leyver Mestanza Andrade.
Ya en el hospital se comprobó que Carolina Llanos estaba embarazada y su embrión era de 8.5 semanas. Lamentablemente ya no tenía signos vitales ya que la atención médica fue “extemporánea”.
Los médicos le suministraron medicamentos para que expulse al feto, pero la directora María Belén Chérrez dispuso que regrese a la cárcel de inmediato, pese a que tenía al embrión sin vida dentro de su cuerpo.
Sin embargo, los dolores aumentaron y se volvieron insoportables, por lo que fue llevada de emergencia al hospital Enrique C. Sotomayor de Guayaquil y le diagnosticaron “aborto incompleto con sospecha de perforación uterina”.