Durante un evento por el Día del Trabajador en Venezuela sucedió un accidente bochornoso con la esposa del dictador Nicolás Maduro, Cilia Flores. Mientras su discurso se transmitía en vivo por radio y televisión se le salió su prótesis dental y no pudo continuar, pero dijo que era “un chicle”.
La “primera combatiente” aplaudía y elogiaba las políticas económicas implementadas por Maduro. “Diseñadas para mejorar el bienestar social de la población venezolana”, hasta que ya no logró hablar más y se tapó la boca.
Para disimular lo que había pasado dijo que estaba “comiendo chicle”. Su esposo intentó minimizar la situación diciendo: “Se mordió Cilita, está masticando un chicle”, pero las risas de los asistentas no se hicieron esperar.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció este miércoles un alza del 30 % -hasta los 130 dólares - del denominado “ingreso mínimo integral indexado” (IMII), cancelado en bolívares a la tasa oficial de la fecha de pago y conformado por dos bonos que no generan pasivos laborales.
Explicó que este incremento forma parte de un plan para “optimizar” los ingresos que obtiene el país por la vía petrolera y la recaudación de impuestos, con el que espera “recuperar” las remuneraciones de los trabajadores “poco a poco”.
Asimismo, señaló que la reanudación de las sanciones estadounidenses al petróleo y al gas de Venezuela, en abril, tenía el objetivo de “impedir” dar, este primero de mayo, “otro paso en la recuperación del ingreso de los trabajadores, pero no pudieron”.
Aunque Maduro no ofreció detalles sobre esta nueva medida, el exministro de Trabajo y diputado chavista Francisco Torrealba explicó, a través de X, que el llamado ‘Bono de Guerra Económica’ pasó de 60 a 90 dólares, mientras el bono de alimentación sigue en 40, para un total de 130 dólares.
Entretanto, el salario mínimo se mantiene en 130 bolívares al mes, hoy 3,5 dólares, un 88 % menos respecto a los 30 dólares a los que equivalía cuando fue aumentado por última vez, en marzo de 2022, como consecuencia de la devaluación de la moneda local frente a la divisa estadounidense, usada como referencia para fijar precios en Venezuela.
Maduro responsabilizó a la “guerra económica” de la pérdida del poder de compra del salario, que alcanzó los 384 dólares en el año 2008, bajo el Gobierno del entonces presidente Hugo Chávez.
El nuevo aumento forma parte de una “política de bonificación” rechazada por trabajadores, ONG y opositores que ha conllevado, según sindicalistas, a que “se pierda” el salario, base para el cálculo de beneficios laborales como las prestaciones y las vacaciones y para el resto de remuneraciones en el sector público.
Este miércoles, cientos de trabajadores se movilizaron en Caracas y varias regiones para exigir, entre otras demandas, un salario mínimo equivalente al costo de la canasta básica de alimentos, superior a los 550 dólares al mes para una familia de cinco personas, según estimaciones independientes.