El presidente de la república Daniel Noboa decretó, mediante decreto ejecutivo 229, nuevamente un estado de excepción debido a la crisis del sistema eléctrico del país.
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La medida tendrá una duración de 60 días.
“Declárese el estado de excepción por grave conmoción interna y calamidad pública, en todo el territorio nacional (...) con el objetivo de garantizar la continuidad del servicio público de energía eléctrica”, reza el documento.
El decreto señala en su artículo 1 que la declaratoria de emergencia se fundamenta en la situación fáctica descrita en la parte considerativa del presente Decreto. En el texto se expone la situación de emergencia en el sector eléctrico y la necesidad de adoptar medidas urgentes.
Por tanto se indica que la declaratoria de emergencia “requiere de una intervención emergente y urgente de las instituciones del estado para precautelar y garantizar la provisión del servicio público de energía eléctrica”.
El plazo de 60 días que dure el estado de excepción se fundamenta en la necesidad de contar con el tiempo adecuado para superar los hechos fácticos planteados y hacer frente al déficit energético.
Al finalizar se expone que el Ministerio de economía y finanzas asignará los recursos suficientes para atender el presente estado de excepción por grave conmoción interna y calamidad pública.
Al tratarse de un estado de excepción se dispone la movilización e intervención de la Policía Nacional y las fuerzas armadas en todo el territorio nacional. Estos cuerpos de seguridad deberán garantizar la seguridad de las instalaciones críticas de infraestructura eléctrica para prevenir sabotajes ataques terroristas y otras amenazas que puedan afectar su funcionamiento.