La situación energética en Ecuador es crítica. La mañana de este miércoles 17 de abril se viralizaron las imágenes del embalse de Mazar, donde está en el 0%; el Ministerio de Energía y Minas resaltó la continuidad de los apagones en el territorio nacional.
Luego de recabar “información real de la situación en el sector energético”, el Ministro Roberto Luque indicó en un comunicado que dispuso que se mantengan los cortes de energía, excepto en hospitales y unidades educativas en distintos horarios .
¿Sembrar nubes es nuestra solución?
La siembra de nubes o bombardeo de nubes es una técnica enfocada a provocar lluvia o nieve. Aunque parece un hecho reciente, el método se remonta a los años 40.
El responsable de comenzar la siembra de nubes fue Vincent Joseph Schaefer, un químico y meteorólogo estadounidense. Desde aquel 1946, fecha exacta, este procedimiento se ha usado para combatir sequías en diferentes partes del mundo.
México, en sus regiones más áridas, no ha sido la excepción. Igualmente, la Ciudad de México es un lugar donde la técnica se ha puesto en práctica.
¿Qué es y cómo funciona?
Según reseña National Geographic, la siembra de nubes consiste en la liberación de yoduro de plata en estas masas de la atmósfera. “El sistema no puede ser aplicado a cualquier nube; las seleccionadas deben contener agua por debajo de los cero grados Celsius. De dicha manera se logra condensar la humedad en gotas”.
“Los aviones están cargados con el yoduro de plata y con un aspersor rociamos la solución a las nubes, es como cuando aplicamos spray al cabello, es una gran ventaja porque no hay fuego, no hay bombas, no hay explosiones, lo que hay es un líquido completamente estable e incoloro y amigable con el ambiente”, explica, a expansión política, Manuel Mustieles Ibarra, creador de la solución química denominada ‘rainmaker’.
No es tan fácil como parece
En un texto publicado en The Conversation, se afirma que la técnica no es tan prometedora como la gente desea pues los experimentos requirieron del tipo correcto de nubes y las condiciones adecuadas de temperatura y viento.
En el caso de Ecuador, sería prolijo evaluar los factores locales como: clima, topografía y disponibilidad de nubes. A todo ello es sumar el valor económico que implicaría ejecutar este proceso.