El exvicepresidente, Jorge Glas, regresó ayer a la cárcel y esta vez a la de máxima seguridad del país, La Roca, tras ser detenido por la Policía Nacional en la Embajada de México en Quito, donde ya le habían otorgado el asilo político.
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Posteriormente, pasó la madrugada del sábado en la Unidad de Flagrancia de Quito. Ya en horas de la mañana, fue trasladado en una avioneta al recinto carcelario de Guayaquil y en el cual están los presos más peligrosos.
“Bajo un estricto operativo operativo de seguridad coordinado junto con Fuerzas Armadas y Policía Nacional, el ciudadano Jorge G. fue trasladado al Centro de Privación de Libertad Guayas N°3″, señaló el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI).
Esa entidad aseguró que en esa cárcel, se le realizó una valoración médica a través del personal del Ministerio de Salud Pública. Agregaron que Glas fue ubicado en ese centro penitenciario “de conformidad con los criterios de clasificación inicial”.
La celda de Glas
En La Roca, las reglas son más estrictas y las celdas son estandarizadas. Es decir, diferentes a las villas VIP de Cotopaxi donde estuvo desde 2017 a 2022.
Los presos, como se consideran de alta peligrosidad, pasan 23 horas al día dentro de las celdas. Solo tienen una hora libre para caminar en el patio.
Los inquilinos de la prisión son cabecillas de bandas narco-criminales y jueces y políticos vinculados a Metástasis y caso Purga como el exasambleísta del PSC Pablo Muentes y el expresidente de la Judicatura Wilman Terán.
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Asimismo está el hijo de la vicepresidenta, Francisco Barreiro Abad, imputado en el caso Nene. Actualmente, hay 51 privados de la libertad en La Roca.
En redes sociales ya circulan imágenes de cómo luce el nuevo espacio donde estará Glas. Se observa que es un espacio de unos pocos metros y no tiene ventanas. Tiene un colchón sobre una base de cemento y un inodoro.
Glas no podrá tener contacto con otros presos, ya que La Roca está compuesta por celdas individuales. En cada esquina de sus tres pisos de altura, está la vigilancia de los agentes penitenciarios y los militares.
Diferente a la cárcel de Cotopaxi
En 2017, Glas llegó a la cárcel de Cotopaxi tras ser encontrado culpable del delito de asociación ilícita en el caso Odebrecht. En ese recinto carcelario estuvo hasta 2022.
Las autoridades hallaron villas vip con diversos lujos: conexión a internet, teléfono, baño privado, patio y agua calientes. En el lugar estuvo hasta antes de ser trasladado a la cárcel 4 de Quito.
Según Daniel Salcedo, en los chats de Metástasis, en la cárcel 4 de Quito, se vive como en casa y hasta se pide comida a domicilio.
Sobre el exvicepresidente pesaba una orden de detención y de ingreso en prisión preventiva por el caso de la reconstrucción de la provincia costera de Manabí, donde está imputado por presunto peculado (malversación de fondos públicos).
También debía volver a prisión para terminar de cumplir una pena de ocho años de cárcel por dos condenas por cohecho y asociación ilícita tras no recibir el beneficio penitenciario de la prelibertad, luego de haber aglutinado las dos sentencias y haber cumplido cerca de cinco años de cárcel, entre 2017 y 2022, de acuerdo con EFE.