Se habla de una “ola de calor” en el país, y sobre todo en Guayaquil, por las altas temperaturas que se han registrado en los últimos días así como los estragos que soportan los ciudadanos. Ante ello, el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) hizo una aclaración importante para evitar generar alarma.
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No hay ola de calor en Guayaquil
El instituto aseguró que “no existe el justificativo técnico para que se cumpla esta condición (ola de calor)”, dijo a este diario Vladimir Arreaga, Director de pronósticos del Inamhi.
¿Por qué no se trata de una ola de calor?
Arreaga detalló que los eventos de altas temperaturas que se registran en Guayaquil y otros sectores del país “no pueden ser considerados como olas de calor”.
Para que pueda ser una ola de calor, expande el experto, es necesario que los registros de temperaturas máximas se mantengan durante tres días consecutivos o más sobre un umbral definido.
En el caso que ya se pueda hablar de una “ola de calor en Guayaquil”, durante tres días o más se debe mantener la temperatura de los 35°C.
En Guayaquil específicamente los datos de los últimos 4 días son:
15 marzo: 32.4°C.
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16 marzo: 35.8°C.
17 marzo: 34.1°C.
18 marzo: 34.2°C.
¿Por qué las altas temperaturas?
Desde hace varios días, en Ecuador enfrentamos altas temperaturas -en algunos puntos más elevada- pero en casi todo el territorio la radiación UV está entre alta y extremadamente alta.
Esto se debe al ingreso de masas de aire secas y cálida, disminución de la humedad en el ambiente y mayor incidencia de radiación solar. Así lo explica el instituto en una advertencia de inicio de semana.
¿Qué es una ola de calor, según la OMS?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Organización Mundial de Meteorología (OMM), no hay una definición exacta de ola de calor.
No obstante, manejan una definición operacional la cual se entiende como un periodo inusualmente caliente y seco o caliente y húmedo que se inicia y termina de forma abrupta, con una duración de por lo menos dos a tres días, con un impacto discernible en los seres humanos y los sistemas naturales.
¿Cómo afecta una ola de calor?
La Organización explica que cuando hace mucho calor, el cuerpo humano inicia un proceso biológico para intentar enfriarse, el cual se denomina termorregulación.
Pero cuando esa capacidad para el proceso de termorregulación es limitada, deriva a un golpe de calor.
El propio proceso de termorregulación también puede suponer un esfuerzo excesivo para el corazón y los riñones, lo que aumenta el riesgo de infarto o insuficiencia renal.
Cuando una persona sufre un golpe de calor puede tener el ritmo cardíaco acelerado, náuseas, vómitos, confusión y perder el conocimiento. Además, empiezan a fallar los órganos.
