El hecho sucedió el pasado 6 de enero de 2024 alrededor de las 07h30. Christian Dueñas tenía una deuda pendiente por pagar, por lo que decidió incursionar en el mundo del taxismo informal, por medio de aplicaciones, sobre todo en carreras interprovinciales. Es así que esa mañana, recibió una oferta para trasladar a unos jóvenes desde el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre, en Quito, hacia la provincia de Santo Domingo.
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Christian venía trabajando menos de una semana en esto. Sin embargo, por el viaje le ofrecían USD 120. Los pasajeros una pareja de chicos, que supuestamente venían deportados de España. El viernes 5 de enero, un día antes de la carrera, Dueñas le conversó sobre esto a su padre, quien se mostró preocupado por lo que decidió acompañarlo.
Ya en el aeropuerto, le retiraron a un joven y una chica de aproximadamente 18 años. Una vez que empezaron el viaje hicieron una primera parada en un cajero ubicado en el sector de Carapundo, donde sacaron poco más de la mitad del dinero para pagarle a Christian, alrededor de USD 70. Luego continuaron con la carrera en dirección a Santo Domingo.
Christian, quien conversó sobre la denuncia con Metro Ecuador, dijo que durante el recorrido se les veía como unas personas normales; sin embargo, reconoció que se confió de la apariencia de ellos. Una vez que llegaron al destino del viaje fue donde sucedió todo. Dueñas y su padre fueron secuestrados por un grupo de antisociales que les sustrajeron el automotor.
Así sucedió el secuestro y robo
Cuando Christian se bajó del carro para entregarles la maleta, él y su padre fueron interceptados por cuatro personas, dos por cada lado. Como el vehículo estaba sin los seguros, apuntándoles con dos armas de fuego en la cabeza y un cuchillo les pasaron a la parte de atrás. Luego procedieron a llevarles a una zona tipo selva, lejos de la urbe, donde los tuvieron secuestrados, maniatados, aproximadamente unas tres horas.
“Uno de los tipos se sentaba en mi espalda y se reía, mientras que el otro estaba que le pasaba el cuchillo a mi papi en los pies. Supuestamente estaban buscando sacar el GPS del carro, pero en realidad lo que creo que estaban haciendo eran datos para extorsionar”, contó Dueñas.
En ese lapso de tiempo llegaron dos personas desconocidas, por lo que los antisociales salieron huyendo. Luego Christian y su padre se lograron escapar y salieron a la carretera corriendo. Allí encontraron unos agentes de tránsito. Tras alertar a la Policía Nacional, los gendarmes, sin dar una buena explicación a las víctimas de cómo hacer la denuncia, les trasladaron hasta el terminal de Santo Domingo, donde ellos por sus propios medios regresaron a Quito, de acuerdo al testimonio del ciudadano.
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Posterior a ello, los antisociales estuvieron enviándole videos y fotos del carro, con el objetivo de extorsionarlo. Le decían que entregue USD 3 000 y a cambio le regresaban el automotor. Sin embargo, Christiana nunca cayó en las artimañas de los sujetos. Pese eso, lo extraño vino después cuando apareció una pista inesperada de su vehículo robado.
Gracias al TAG supo de nuevo de su vehículo
El 24 de febrero de 2024, posterior al robo de su vehículo, le llegó un correo a la hermana de Christian Dueñas, por una infracción de tránsito, por lo que solicitaron la grabación de las cámaras de seguridad de la Autopista General Rumiñahui, donde se logró tomar fotos a las 18h00 y a las 23h00. En las imágenes se podía ver que era un modelo como el que le fue sustraído, pero con otro número de placas.
Él y su familia lograron dar con el propietario de las placas, y se comunicaron con él para consultarle unos datos. Christian señala -que este ciudadano que constaba como dueño- tenía una denuncia por accidente de tránsito, por lo que lo vendió a otra persona, debido a que solo valía el motor debido al siniestro, en diciembre de 2023. El 6 de enero ocurrió el robo, y el 17 del mismo mes, le matriculan a este automotor en el cantón Playas, provincia de Santa Elena, por lo que Dueñas sospechosa que se trata de un caso de clonación. Es decir usaron su vehículo para poner el motor del otro.
Para no dejar cabos sueltos, se contactó con el nuevo propietario, quien no le quiso proporcionar información, le señaló que es un comerciante. Sin embargo, Dueñas averiguó que se trataba de un policía en servicio activo, quien además le habría indicado que haga lo que tenga que hacer, ya que él presentará sus pruebas cuando Fiscalía así lo solicite.
Al momento, el caso de Christian Dueñas se encuentra en investigación. Sin embargo, ha visto poca celeridad en el trabajo de las autoridades que llevan a adelante su causa, por lo que decidió hacer pública su denuncia. Asimismo, señaló a Metro Ecuador que esta semana realizará una nueva querella y no descansará hasta saber qué hay detrás del robo de su vehículo.