La Arquidiócesis de Cuenca designó al sacerdote Francisco Calle, más conocido como “Padre Paco”, como exorcista oficial para la ciudad. Este nombramiento es todo un hito en la Iglesia de Católica de la ciudad. El religioso debe enfrentar casos de supuestas posesiones demoníacas, aunque los medios locales precisan que no es lo único a lo que se debe encargar, ya que por las cualidades de los exorcismos, tienen que tener conocimientos médicos.
Estos estudios les permite identificar y diferenciar entre enfermedades psiquiátricas y fenómenos que requieren intervención espiritual.
“Esperamos confiadamente que nuestro hermano sacerdote reciba este cargo con celo y prudencia, que requiere la mayor gloria de Dios y el bien de los fieles”, anunció la Arquidiócesis.
De acuerdo a laveci.com, si surge algún caso en la ciudad, lo primero que se requiere es al sacerdote de la parroquia, si se considera necesario, se remite el caso al exorcista oficial de la Diócesis, en este caso, el “Padre Paco”.
Según el mismo religioso, entre los signos visibles que muestra una persona que, posiblemente necesite un exorcismo está el hablar en lenguas desconocidas y poseer una fuerza “sobrehumana”.
“Tiene una fuerza impresionante y una persona sola difícilmente le puede detener. Es un signo exterior que algo está adentro, alguna fuerza que no es normal. Otro signo es hablar en lenguas desconocidas”, dijo en conversación con medios locales.
De acuerdo al arzobispo de Cuenca, el exorcista hará uso de su ornamento sacerdotal, un ritual de exorcismo y las oraciones pertinentes.
¿Qué es el exorcismo?
El exorcismo es una forma específica de oración que la Iglesia usa contra el poder del demonio.
El exorcista en el cristianismo, suele invocar a Dios, a Jesús o a diferentes ángeles y arcángeles para que intervengan. En general, las personas consideradas como poseídas no son consideradas como malas en sí mismas, ni totalmente responsables de sus acciones, porque la posesión se considera una manipulación involuntaria por parte de un demonio que resulta en un daño a uno mismo o a otros.