El Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas dio acceso a los medios de comunicación a la cárcel de Cotopaxi este jueves 22 de febrero de 2024. Este es uno de los centros de reclusión que en los últimos años ha sido escenario de amotinamientos, masacres e incidentes por parte de grupos criminales que se disputaban el control del penal. Asimismo, al interior de este centro penitenciario reos poseían armas, drogas, evidenciando el casi nulo control del Estado ecuatoriano del reclusorio.
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Sin embargo, el pasado 9 de enero de 2024, bajo el decreto de conflicto armado interno declarado por el presidente de la República, Daniel Noboa, el control de las cárceles del país pasó a manos de las Fuerzas Armadas.
Tras el accionar militar, la tranquilidad y la disciplina volvieron a esta cárcel. Metro Ecuador tuvo acceso a las entrañas de este CPL, en un recorrido que inició por los filtros de seguridad, mismo que no cuenta con escáneres, pero sí con un estricto control por parte de los uniformados.
Posterior a ello, se ingresa a la cárcel, que cuenta con una zona donde los reos esperan su sentencia para ser trasladado, de acuerdo al delito cometido: pabellón de mínima, mediana o máxima seguridad.
Pabellón de mediana seguridad
Una vez que se ingresa a estaa sección se puede observar a los lejos, varios elementos de las Fuerzas Armadas resguardando los techos de la cárcel. En la entrada, había solo dos agentes penitenciarios que se encargan del control de la misma.
Adentro, los internos reciben órdenes de los uniformados, durante nuestro paso, un grupo se encontraba limpiando todo el pabellón, como parte del itinerario que ahora tienen los presos.
En esta zona, también había otro grupo realizando los ejercicios, que ahora también hace parte de las actividades diarias que cumplen las personas privadas de la libertad. Asimismo, cada uno de ellos tiene derecho a tres comidas.
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<i><b>“Tenemos el 100% del control de la cárcel. Está completamente con el control de Fuerzas Armadas. (...) La estrategia es la intervención de los soldados y el traslado de cabecillas, para que no tengan el control, sino el temor de proporcionar algún tipo de información y nos revelen donde tenían encaletadas las armas, drogas y aparatos electrónicos”.</b></i>
— Elemento de las Fuerzas Armadas
Cabecillas convirtieron zona policial y agentes penitenciarios en suites personales y centros de diversión
Un edificio que tenía como objetivo la vigilancia de reos por partes de agentes penitenciarios y policías, fue tomado por cabecillas del grupo terrorista ‘Los lobos’. Allí construyeron su propia suite, varios jacuzzis y hasta una discoteca.
Pabellón de mínima seguridad
Mientras nos trasladábamos desde el pabellón de mediana a mínima seguridad, desde las ventanas de cada una de las celdas se escuchaban el grito de los reos, quienes clamaban por visitas familiares y que “vuelva el economato”, sistema por el cual lograban ingresar objetos prohibidos al CPL y también realizaban sus negociados.
Cuando llegamos a esta sección se pudo ver a los internos que estaban al interior de sus celdas. Sin embargo, los gritos, reclamos y golpes a las puertas al interior del pabellón, evidenciaba la imagen que ahora existe, donde hay reglas en la cárcel.
Etapa Femenina
En la zona donde estaban recluidas las mujeres, se mantenía un ambiente más tranquilo. Desde que ingresamos se pudo ver que, a diferencia de la etapa masculina, en este lugar si funcionaban los talleres de las ppl.
Las reclusas tienen un taller de comunicación, mediante el cual han logrado crea un canal llamado ‘Libertad TV’. Asimismo tiene un zona donde elaboran material para empresas, como insumos de salud y fundas de regalo, donde obtienen un ingreso con el que ayudan a sus familias.
En cambio, los talleres de la etapa masculina fueron cerrados, debido a que eran usados por los cabecillas de grupos terroristas para mantener sus privilegios.
Máxima seguridad
Los medios de comunicación solo tuvimos acceso hasta la zona administrativa de este sector. La entrada nos recibió con un cartel que decía “Bienvenidos Dios te Bendiga”.
En el ingreso hay un fuerte control militar. Luego, la zona administrativa se encuentra totalmente vacía, salvo dos detalles, que en estos lugares donde estaban a cargo funcionarios del Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI), se construyó un túnel de cuatro metro de profundidad, con el objetivo de que sea usado para escaparse y una caleta, donde se encontró armas y droga.
Comida de los reos a cargo de una empresa externa
El recorrido culminó con la visita de la sección de la cocina. Allí, el personal de una empresa externa se encontraba realizando la limpieza, luego de haber preparado la comida de los internos, misma que la reciben tres veces al día.
El Centro de Privación de Libertad de Cotopaxi que hace unos meses, todavía era un escenario de violencia y control de las mafias, hoy luce diferente. La última vez que ingresaron medios de comunicación a la cárceles fue cuando los mismos eran recién inaugurados y bajo el control del extinto Ministerio de Justicia.
Posterior a ello, eran los grupos criminales quienes tomaban decisiones adentro. Sin embargo, con la intervención de las Fuerzas Armadas, ya no luce con ese rostro, sino como una cárcel donde se cumplen condenas y quien manda es el Estado, no los reos.