Por medio de un comunicado, la excomandante general de la Policía, Tannya Varela, negó rotundamente tener vínculos con grupos narco delictivos. “Rompo ese silencio”, indicó, en medio de una ola de comentarios en contra.
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“Hasta la fecha no se ha requerido mi comparecencia en el marco de ninguna investigación. Y si las autoridades me requirieran, estaré siempre presta a comparecer. Yo no he tenido necesidad de huir del país”, agregó sobre el caso en el que se la acusa.
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El domingo 18 de febrero, Varela, rechazó el presunto vínculo con la mafia albanesa. Esto, por un informe del caso León de Troya, en donde participó Fernando Villavicencio, y se menciona que era conocida como “La Madrina”.
Esto reveló una investigación del Frente Parlamentario Anticorrupción, presidido por Villavicencio, donde también indican que el albanés Dritan Gjika, cabecilla de una estructura criminal, coordinaba la seguridad de la organización narcodelictiva con una oficial de Policía, identificada como ‘La Madrina’.
Una parte de esta estructura delictiva fue desarticulada el pasad 6 de febrero de 2024 con operativos conjuntos en Ecuador y España, donde más de 30 personas resultaron detenidas, según informaron las autoridades.
Ante eso, Varela dijo que no se ha pronunciado antes por recomendación de sus abogados, pero dijo estar presta a colaborar con la justicia y comparecer en caso de que se requiera su testimonio dentro del caso.
Comunicado textual:
“Durante el último año he recibido en silencio falsas acusaciones replicadas por varios medios de comunicación que, en desempeño de su rol ‘periodístico’, me sentenciaron como partícipe de una ola de corrupción degradante.
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Se pretende forzar ante la opinión pública la idea de que yo, Tannya Varela Coronel, , prevaliéndome de mi cargo como Comandante General de la Policía nacional, supuestamente favorecí a organizaciones delictivas y una serie de bajezas adicionales que no puedo sino negar rotunda y categóricamente.
En diciembre del 2022, decidí por sugerencia de mis abogados, no responder públicamente las falsas acusaciones que hoy han escalado a tal punto que mi familia se ha convertido en víctima de esta distorsionada e infame acusación. Decidí esperar a ser requerida por la autoridad en silencio, incluso a costa del cuestionamiento público de mi nombre y mi trayectoria.
Rompo este silencio porque, al parecer, para muchos resulta cómodo que permanezca hermética recibiendo sus acusaciones calumniosas en mi contra. Desconozco si los hechos a los que pretenden asociarme son reales, eso se lo debemos dejar a las autoridades competentes, pero jamás podrán vincularme de ninguna manera a ningún acto irregular en beneficio de organizaciones delincuenciales a las que yo he combatido durante mi vida profesional. Jamás cometí irregularidad alguna ni como Comandante General de la Policía, ni como civil.
Estas acusaciones me han puesto en el ojo de un huracán del que jamás debí formar parte. Con todos estos señalamientos, lo más lógico es que tema por mi vida, mi seguridad e integridad, así como la de mi familia.
Sepa la opinión pública que, hasta la fecha, no se ha requerido mi comparecencia en el marco de ninguna investigación. Y si las autoridades me requirieran, estaré siempre presta a comparecer. Yo no he tenido necesidad de huir del país, ni esconderme.
Más allá de estas acusaciones falsas, yo tengo intacto mi honor y puedo caminar tranquila y con la frente en alto.
Jamás cerré el diálogo con ningún medio de comunicación, ni siquiera con el medio que hoy lidera estas acusaciones convenientes y distorsionadas. He proporcionado mi verdad y lo seguiré haciendo ahora de manera activa.
Soy inocente, gozo de mi presunción de inocencia como derecho fundamental y ejerceré la defensa de mi buen nombre con rotunda firmeza”.