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Vuelos espaciales pueden aumentar el riesgo de disfunción eréctil

Durante las misiones espaciales, los astronautas se enfrentan a altos niveles de radiación cósmica galáctica y a la ingravidez, lo que puede afectar negativamente a los tejidos vasculares asociados a la disfunción eréctil, incluso tras largos periodos de recuperación. Metro investiga la situación

Un estudio publicado en American Journal of Medicine compartió que quienes tienen sexo de 3 a 4 veces por semana corren menos riesgo de padecer disfunción eréctil. Foto: Twitter

La disfunción eréctil afecta a millones de hombres en todo el mundo. Y una investigación reciente ha descubierto que también puede perjudicar a los astronautas durante los viajes espaciales.

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Un reciente trabajo de científicos de la Universidad Estatal de Florida (EE.UU.) indica que los astronautas están expuestos a altos niveles de radiación cósmica galáctica y a la ingravidez durante las misiones espaciales, lo que puede provocar disfunción eréctil.

“Para este estudio, queríamos ver si este importante problema de calidad de vida (la disfunción eréctil) es una preocupación potencial a largo plazo asociada a estas misiones de larga duración (misiones espaciales a la Luna y Marte)”, explica a Metro Justin D. La Favor, profesor adjunto de la Universidad Estatal de Florida y autor de la investigación.

Experimentos simulados con ratas macho demostraron que los altos niveles de radiación cósmica galáctica y la ingravidez típicos de los vuelos espaciales afectan negativamente a los tejidos vasculares relacionados con la disfunción eréctil, incluso tras un largo periodo de recuperación.

“Con las misiones tripuladas al espacio exterior previstas para los próximos años, nuestros hallazgos ponen de relieve la necesidad de vigilar de cerca la salud sexual de los astronautas a su regreso a la Tierra”.

—  Justin D. La Favor, profesor adjunto de la Universidad Estatal de Florida, EE.UU.

La investigación, publicada en The FASEB Journal, descubrió que los cambios vasculares son causados por dosis relativamente bajas de radiación cósmica galáctica y, en menor grado, por la ingravidez simulada, debido en gran parte al aumento del estrés oxidativo.

Los datos sugieren que los viajeros espaciales expuestos a estos factores pueden experimentar disfunción eréctil en etapas posteriores de su vida, sin que actualmente existan medidas preventivas. Sin embargo, las alteraciones pueden ser tratables y parcialmente reversibles.

“Aunque los efectos negativos de la radiación cósmica galáctica fueron duraderos, las mejoras funcionales inducidas al actuar de forma aguda sobre las vías redox y del óxido nítrico en los tejidos sugieren que la disfunción eréctil puede ser tratable”, concluye La Favor.

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¿Cómo afectan los viajes espaciales al órgano sexual masculino?

-La radiación del espacio profundo reduce la capacidad del endotelio vascular para producir óxido nítrico

-El óxido nítrico es producido por los nervios que inician la respuesta eréctil

-También lo produce el endotelio de las arterias del cuerpo del pene.

-La producción adecuada de óxido nítrico es crucial para la función eréctil.

-La radiación del espacio profundo afecta a la producción de óxido nítrico tanto de los nervios como del endotelio de la arteria principal que regula el flujo sanguíneo en el pene.

Entrevista

Justin D. La Favor

profesor asistente de la Universidad Estatal de Florida, EE.UU.

P: ¿Qué despertó su interés por estudiar la relación de la disfunción eréctil con los viajes espaciales?

- Los astronautas se enfrentan a varios riesgos para la salud asociados a los elementos a los que están expuestos, como un mayor riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer y enfermedades cardiovasculares. Aunque no se trata de una enfermedad potencialmente mortal, la disfunción eréctil contribuye en gran medida a reducir la satisfacción y la calidad de vida de los hombres que la padecen. Con la aspiración de enviar astronautas para estancias prolongadas en la Luna en los próximos años y viajes a Marte en 2040, los riesgos potenciales para la salud a largo plazo van a ser mayores que nunca. Para este estudio, queríamos comprobar si este importante problema de calidad de vida (la disfunción eréctil) es una posible preocupación a largo plazo asociada a estas misiones prolongadas.

P: ¿Cómo pueden causar disfunción eréctil los viajes espaciales?

- La radiación del espacio profundo disminuye la capacidad del endotelio vascular para producir óxido nítrico, que es una molécula importante que hace que las arterias se dilaten cuando se necesita un mayor flujo sanguíneo. Esto se debe probablemente al daño oxidativo del tejido inducido por la radiación.

P: ¿Cómo pueden causar disfunción eréctil los viajes espaciales?

- La producción adecuada de óxido nítrico es fundamental para la función eréctil. Lo producen los nervios que inician la respuesta eréctil, así como el endotelio de las arterias que irrigan y se encuentran dentro del cuerpo del pene, que se cree que mantienen la erección. Nuestros datos sugieren que la radiación del espacio profundo afectó a la producción de óxido nítrico de los nervios y el endotelio de la arteria principal (arteria pudenda interna) que regula el flujo sanguíneo en el pene, así como el tejido esponjoso (cuerpo cavernoso) del cuerpo del pene que se expande durante una erección.

P: ¿Este daño es permanente o puede reducirse con el tiempo?

- Nuestro estudio sólo investigó los efectos a largo plazo. Dejamos que las ratas se recuperaran de la exposición a la radiación durante un año, lo que equivale aproximadamente a 30 años de vida humana. Si los efectos a corto plazo son más graves o si se necesita mucho tiempo para que se acumulen los daños son buenos temas para futuras investigaciones, pero nuestros datos sugieren claramente que al menos habrá un deterioro de la función eréctil más adelante en la vida.

P: ¿Qué pueden hacer los astronautas para prevenir estos daños?

- Desgraciadamente, los vehículos espaciales actuales proporcionan una protección insignificante contra la radiación del espacio profundo, por lo que es probable que estas exposiciones sean una realidad para las misiones a corto plazo. Hemos comprobado que la exposición directa del tejido eréctil a agentes terapéuticos en nuestros sistemas de prueba revierte parte de la disfunción. Sin embargo, hay un gran salto entre eso y la posibilidad de prevenir los daños mediante la administración sistémica de un fármaco durante o después de la exposición a la radiación. Este sería otro buen tema de estudio en un futuro próximo.

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