¿Cómo evalúa este primer mes de operaciones?
—Después de la alta expectativa de los días previos a la inauguración, vino el sentimiento de no fallarle a la ciudadanía. Antes de iniciar operación, con una encuesta previa, vimos que el 49% de la población no creía que íbamos a lograrlo, lo cual se reflejó en el primer día que registra la más baja demanda de este mes, con cerca de 96 mil viajes.
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Sin embargo, el cambio de ánimo del ciudadano con respecto al Metro es para nosotros un hito. A mi modo de ver, el Metro de Quito generó una “ilusión movilizadora” que mejoró, incluso, el ambiente festivo de Fiestas de Quito hacia el 6 de diciembre. La gente quería subirse al Metro y realizar una serie de actividades que preparó el Municipio. Eso generó un punto de quiebre que hizo que la ciudadanía quiera “subirse al vagón”.
¿Cómo ha ido creciendo la demanda de este servicio?
—Las cifras son importantes para este primer mes de funcionamiento. Si bien había una alta expectativa de la gente, no nos desbordó, y ha sido un incremento paulatino. El 1 de diciembre fue el día más bajo de usuarios, pero la gente se emocionó y se ilusionó.
Tras la inauguración, ciertas situaciones que podían considerarse problemas, se han ido resolviendo: los usuarios ya tenían sus medios electrónicos de acceso, otros lo hacían por medios físicos, pero ya se estaban movilizando en Metro.
El día de mayor movimiento fue el 22 de diciembre, donde tuvimos 178 mil viajes, por encima de lo planificado para esta fecha. Creo que cerraremos diciembre sobre los cuatro millones de viajes, una cifra muy interesante para un sistema que empezó a cobrar desde el primer día.
Creo que el Metro se une a la lista de hitos que han marcado un antes y un después en la ciudad: el primero, los túneles; el Trolebús; y el Metro con el alcalde Pabel Muñoz.
Hasta el momento, no hemos registrado alguna desgracia por lamentar, los trenes han funcionado perfectamente, la gente cada vez está más habituada al uso de las estaciones y no hemos parado ni un solo día. La evaluación es positiva.
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¿Cómo ha sido esa evaluación con la ciudadanía?
—Hicimos una encuesta en andén a 417 personas, estratificada por estaciones con más y menos usuarios. En términos generales, la gente está bastante satisfecha.
Más del 80% de encuestados califican al servicio entre excelente y muy bueno.
Las categorías evaluadas fueron: Excelente, Muy Bueno, Bueno, Malo, Pésimo.
De algunos resultados, en cuanto a trato recibido, 64% responde Excelente y 19% Muy Bueno. Sobre servicio ofrecido en taquillas, donde tomaremos algunos correctivos, un 50% responde Excelente y 23,7% Muy Bueno. En medidas de accesibilidad, el 55% responde Excelente y el 20% Muy Bueno. En limpieza en instalaciones, 72% responde Excelente y el 18,7% Muy Bueno. En cuanto a puntualidad, se supera el 80%.
En otra categoría de la evaluación, calificada sobre 10, en seguridad calificaron con un 9,62; en accesibilidad un 9; y en señalética un 9,24.
Este primer mes hemos tenido solo un intento de robo el primer día y mantener esos niveles significa un reto. De igual forma, en términos de acoso sexual, nos calificaron con un 8,8, lo cual nos lleva a seguir trabajando en estos temas. Próximamente, publicaremos la data completa.
¿Cómo ha sido en movimiento en las estaciones y qué lectura ofrecen?
—Partiendo de la misma encuesta, las estaciones de partida más frecuentes son Quitumbe, El Labrador, Morán Valverde y El Recreo. En cuanto a las estaciones de destino, están San Francisco, Universidad Central, Iñaquito y El Labrador.
Esta data nos muestra que por primera vez hay un sistema que une al sur y al norte, convirtiendo a Quito en una sola ciudad. Hay gente que con el Metro está conociendo la capital, ya que a través de las estaciones, y en pocos minutos, pueden recorrerla. Por eso digo que es una “ilusión movilizadora” que une a la ciudad. Con esto, empieza a crecer la necesidad de llevar el Metro a la Ofelia y a Calderón.
¿Qué se ha definido al respecto de más líneas de Metro?
—Existe la predisposición y la voluntad del Alcalde, así como la potencialidad de obtener recursos del Municipio, pero este proceso tiene que ir acompañado de financiamiento del Gobierno Central. Entendemos que la situación de la caja fiscal no es la mejor, pero este tipo de inversiones cambian el contexto económico de la ciudad.
¿Qué trajo el Metro a Quito?
—Lo resumo en ahorro de tiempo, reducción de emisiones (se calcula que dejan de liberarse 65 mil toneladas de CO2 anual), incremento de productividad, turismo para la ciudad y mejora de actividad física diaria porque la gente camina o se traslada hacia una estación de Metro, lo cual en largo plazo genera disminución de riesgo de enfermedades relacionadas al sedentarismo. Son elementos importantes a tomar en cuenta.
Además, esto consolida un nuevo desarrollo urbano de ciudad alrededor del Metro. Existe el potencial de 15 centralidades y lo pudimos evidenciar en el Centro Histórico, que se dinamizó completamente, ya que dejó de ser un lugar de difícil acceso y ahora lo visitan en familia, a solo 15 minutos desde el norte o el sur de la ciudad.
Además, el Metro ha puesto de lado la discusión política entre tendencias, sino que nos ha hecho pensar en ciudad. No importa quién lo ejecutó u operó, nos ha devuelto la conversación sobre lo que necesita la capital.
Esto se refleja en cómo la ciudadanía se apropia del Metro, en cómo lo cuida, en cómo ceden el asiento, algo que no se veía desde hace mucho tiempo. El Metro ha logrado recuperar el sentido de quiteñidad. Lo que viene ahora es fortalecer ese Quito a través de los polos de desarrollo, profundizar la Cultura Metro y lograr que se irradie a superficie.
¿Qué tanto tiene que ver el Metro en la planificación de ciudad que se quiere?
—En las ciudades con Metro, este sistema pasa a ser la columna vertebral del transporte público en la ciudad. La data del Metro de Quito será importante y esperamos tenerla en los primeros seis meses del 2024 y habilitaremos un link con toda la información.
¿Qué retos se vienen para el 2024?
—Hacer que funcione no ha sido fácil, pero mantener el estándar de servicio y calidad es un gran reto. El alcalde está empeñado en fortalecer las acciones de cambio de la movilidad en Quito y lo que se hace en Metro de Quito puede servir de referente.
Según los encuestados, de por qué escogen movilizarse en el Metro de Quito, 216 lo hacen por rapidez, 70 por seguridad, 30 por puntualidad y 194 por todas las anteriores.
Si el Metro es eso, en superficie tenemos que proyectar lo mismo y eso es una labor del sector público y privado. Queremos pensar que el Metro nos ayudará a cumplir lo que la ciudad quiere en todas sus necesidades en el próximo año.
Metro de Quito cuenta con estaciones que conectan con puntos de encuentro masivo en la ciudad, como el estadio de Aucas, el Olímpico Atahualpa, Bicentenario, el Coliseo Rumiñahui, y a futuro esperamos avanzar hasta el Estadio Rodrigo Paz Delgado. Además, el alcalde propone una arena de eventos para el sur, muy cerca de una estación de Metro.
Es decir, empezamos a contextualizar infraestructura alrededor de las estaciones de Metro por movilidad, seguridad y logística. Si logramos ese tipo de cosas, sueño llegando hasta Calderón – Carapungo, aprovechar la red en superficie hasta Machachi, e indiscutiblemente llegar hasta el aeropuerto en Tababela. Iniciamos el camino.