Los científicos planean salvar al planeta del calentamiento global apagando el sol. Consideran que atenuar la bola gigante que emite calor podría ser un arma eficaz en la lucha contra el cambio climático. El profesor de Ciencias de la Tierra Peter Irvine, de la UCL en Londres, dijo que las poderosas erupciones volcánicas causan que las temperaturas globales bajen durante algunos años al crear una capa nebulosa de partículas microscópicas en la atmósfera superior que oscurece temporalmente el sol.
Dijo que si la humanidad pudiera replicar artificialmente los efectos de una erupción, todos podrían relajarse ante el calentamiento global. Las investigaciones muestran que los intelectuales sólo necesitarían bajar el sol alrededor de un 1% para enfriar la Tierra en 1°C.
Bloquear parte de la luz solar también mantendría congeladas las partes heladas del mundo. Peter dijo: “Podríamos copiar este efecto para luchar contra el cambio climático. Si los países no empiezan a tomar en serio esta idea, podemos perder una valiosa oportunidad de reducir los riesgos del cambio climático”.
El experto no es el único que tiene una idea tan brillante. El gobierno de Estados Unidos ha lanzado un plan de investigación de cinco años para estudiar formas de modificar la cantidad de luz solar que llega a la Tierra, un proceso conocido como geoingeniería solar o reflexión de la luz solar.
Está considerando rociar aerosoles en la estratosfera (a unas 20 millas de altura) desde una flota de aviones para crear una fina niebla que flotaría en el aire y reflejaría parte de la radiación del Sol hacia el espacio.
La opción más barata –rociar dióxido de azufre en la atmósfera– podría tener efectos nocivos para el medio ambiente y la salud humana, dañando la capa de ozono, produciendo depósitos ácidos y potencialmente desencadenando un aumento de enfermedades respiratorias.
Pero los científicos preocupados por que la humanidad exceda sus objetivos de emisiones; dicen que la investigación es importante para descubrir la mejor manera de equilibrar estos riesgos con un aumento potencialmente catastrófico de la temperatura de la Tierra.
