Una guerra se ha desatado entre Israel y el grupo de resistencia islámica Hamás. Durante este pasado fin de semana, momento que se ejecutó un conjunto de ataques armados contra la nación de Medio Oriente, la escalada de violencia ha ido incrementando con panoramas sin precedentes.
En las últimas horas se han viralizado imágenes y denuncias del uso de bombas de fósforo en localidad de Palestina. Aunque no ha existido un pronunciamiento oficial de medios, así como de autoridades, no es la primera vez que se usarían para un evento bélico; Ucrania el año pasado también denunció este tipo de estrategias de guerra.
¿Qué son las bombas de fósforo blanco?
Aunque no son consideradas como armas incendiarias, el protocolo III de la Convención sobre Armas Convencionales se puntualizó que estas bombas de fósforo blanco producen quemaduras mucho más letales que las convencionales.
Según recoge Human Rights Watch en su página web, las quemaduras del fósforo blanco pueden provocar la muerte súbita de una persona si han cubierto entre un 10 y un 15% de su cuerpo.
¿Cómo está compuesto?
El fósforo blanco puede adherirse a la cara o incluso a arder sin llama dentro del cuerpo, agravanado así las quemaduras creadas.
Pero los peligros del fósforo blanco se extienden más allá de su capacidad de combustión. El elemento puede filtrarse por el torrente sanguíneo a través de la piel hasta el punto de envenenar distintos órganos. Desde los riñones hasta el hígado o el corazón.
La bomba está compuesta de una aleación de tungteno y partículas tanto de níquel como de cobalto, según reseña el portal Cadena Ser.
Este ataque sin precedentes se produce un día después del 50 aniversario de la arremetida sorpresa contra Israel de Egipto y Siria en 1973 que inició una guerra en Oriente Medio conocida como Yom Kipur.