El pasado 4 de octubre del 2023 ocurrió un caso sin precedentes, pues médicos encontraron de manera accidental una aguja en el cerebro de una anciana al realizarle una tomografía computarizada.
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La explicación y los detalles detrás del caso esconden una trágica historia que se remonta a tiempos de la Segunda Guerra Mundial. Así, la vivencia de la mujer, cuya edad asciende a las ocho décadas, asustó a los médicos, quienes notificaron al ministerio de salud de la región.
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Detalles del caso
El Ministerio de Sanidad de la región de Sajalín, perteneciente a un isla rusa en el mar de Ojotsk, reportó recientemente un caso particular y para nada común en la región. Una anciana que fue a tratarse a un centro médico descubrió que llevaba incrustada una aguja en el cerebro gracias a una tomografía computarizada que le practicaron en la unidad.
Todavía no se conoce qué llevó a la mujer a acudir al hospital, pero sí se sabe que ella no tenía conocimiento de portar ese cuerpo extraño en su cabeza. La exploración por TAC reveló accidentalmente una aguja de tres centímetros clavada en el lóbulo parietal izquierdo de la paciente.
Contra todos los pronósticos, esto no tuvo consecuencias negativas en la salud de la mujer, pues nunca sufrió de dolores de cabeza. “La salud de la paciente no corre peligro, su estado está bajo control del médico tratante. Se decidió no someterse a una cirugía, ya que esto sólo podría empeorar su condición”, informó la entidad a través de su canal oficial de Telegram.
Historia tras el suceso
La condición de la mujer tiene una explicación según los médicos. Ellos afirman que en la época de la Segunda Guerra Mundial era común que los padres le quitasen la vida a sus hijos debido a los tiempos de hambruna.
Así, cuando era bebé, la paciente fue sometida a un mortal proceso a manos de sus progenitores. El procedimiento era el siguiente: “se insertaba una fina aguja en la fontanela del bebé, lo que dañaba el cerebro. La fontanela se cerraba rápidamente, ocultando las huellas del crimen, y el bebé perdía la vida”, explica el ministerio.
Sin embargo, la pequeña sobrevivió solo para encontrar 80 años después aquel objeto en su cerebro.