El jueves 05 de octubre ocurrió un ataque armado, usando drones, en una graduación militar que dejó cerca de un centenar de muertos (89 según la última actualización) y 277 heridos en la ciudad siria de Homs. Entre las víctimas fatales destacan 31 mujeres y cinco menores.
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Los decesos podrían aumentar ya que algunos heridos estaban en estado crítico. Siria anunció tres días de luto nacional a partir del viernes; en redes sociales publicaron el video del antes y después del ataque armado.
El ejército sirio indicó, en un comunicado el jueves, que drones cargados con explosivos atacaron el acto, al que asistían numerosos oficiales jóvenes y sus familias, cuando estaba por concluir.
Sin nombrar a ningún grupo, atribuyó el atentado a insurgentes “apoyados por fuerzas internacionales conocidas” y dijo que “responderá con toda su fuerza y decisión a estas organizaciones terroristas, donde quiera que se encuentren”.
No existe un responsable específico
Ningún grupo se atribuyó de inmediato la responsabilidad por el ataque, en el décimo tercer año de la guerra civil que ha dejado más de medio millón de muertos.
Durante la noche, las tropas sirias bombardearon el último gran feudo rebelde, ubicado en partes de las provincias de Idlib y Alepo, y causaron al menos tres muertos y 15 heridos en la localidad de Daret Azeh, según la organización opositora Defensa Civil Siria, también conocida como Cascos Blancos.
Por su parte, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos aseguró que el ejercito ha bombardeado la provincia controlada por la oposición de Idlib, dejando 8 muertos entre ellos niños. Para enviados de la ONU, estos ataques demuestran que la situación es insostenible en este país.
