El pasado 15 de septiembre ocurrió una tragedia en la famosa ciudad de Nueva York. Lastimosamente, un menor se vio envuelto en este escenario y como resultado de la negligencia de sus supuestos cuidadores perdió la vida debido a una sobredosis de fentanilo.
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Las autoridades neoyorquinas apresaron el 18 de septiembre a uno de los principales implicados. Sin embargo, otro de ellos se dio a la fuga a pesar de que su compañero apresado sostiene su inocencia.
Restos de fentanilo encontrados bajo un colchón
Nicholas Dominici de un año de edad no llevaba ni una semana inscrito en su guardería cuando murió por una sobredosis de drogas. Algunos de sus compañeros que tuvieron contacto con la sustancia fueron ingresados en el hospital: en total, tres niños fueron internados y uno falleció (el pequeño Nicholas).
Las quejas de los padres llegaron a oídos de las autoridades, quienes empezaron una investigación. La inspección reveló un paquete de un kilogramo de fentanilo debajo de una de las colchonetas en el área de descanso de los niños.
“La décima parte de una uña puede matar a un adulto. Imagínense lo que puede hacerle a un niño”, señaló el Comisionado de Salud Ashwin Vasan. La especulación de las autoridades es que la inhalación es la causa de muerte y hospitalización de los pequeños.
“Exigimos justicia”
Los padres de los menores afectados exigen justifica a las autoridades a través de los medios. A raíz de ello, la Policía de Nueva York arrestó a Grei Méndez, de 36 años, y a Carlisto Acevedo Brito, de 41. Los fiscales federales los acusan de “posesión de narcóticos con la intención de distribuir que resultó en muerte”.
“Creemos que los acusados intoxicaron a los pequeños porque estaban liderando una operación de droga desde una guardería”, señaló el fiscal de Manhattan Damien Williams. No obstante, los acusados se declaran inocentes, sobre todo Grei Méndez, quien asegura no estar enterada de la tenencia de la sustancia en la guardería.
