La invasión rusa de Ucrania es un recordatorio de lo poco que les importa a las autocracias causar muerte y destrucción. La guerra es una grave violación de los derechos humanos y del principio de arreglo pacífico de controversias internacionales estipulado en la Carta de las Naciones Unidas, que ha contribuido a preservar el orden internacional basado en reglas, expresó en un comunicado Jaushieh Joseph Wu, Ministro de Asuntos Exteriores República de China (Taiwán).
“En un mundo globalizado, las crisis no pueden contenerse dentro de las fronteras nacionales. Por lo tanto, es imperativo disuadir de que se produzcan amenazas similares a la invasión rusa en Ucrania contra la seguridad mundial en otros lugares. Taiwán —una democracia donde viven más de 23 millones de personas y a la que me enorgullece representar— continúa enfrentándose a enormes desafíos planteados por China.
Desde mediados del siglo XX, la República Popular de China (RPC), a pesar de no haber gobernado nunca Taiwán, ha jurado tomar el control y se ha negado a renunciar al uso de la fuerza. Durante décadas, China se ha vuelto cada vez más agresiva mostrando su músculo militar para intimidar a Taiwán, amenazando de esta manera nuestro modo de vida democrático.
El expansionismo de la RPC no se detiene en Taiwán. China utiliza las actividades de las zonas grises de los mares de China Oriental y Meridional para ampliar su poder y justificar sus reclamaciones territoriales opresivas. Todas estas maniobras están causando graves preocupaciones por lo difícil que se ha vuelto mantener la paz”, expresó.
Insistencia mundial
El comunicado del funcionario continua: “En los últimos años, en diversos foros bilaterales y multilaterales han insistido repetidamente en que la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán son indispensables para la seguridad mundial. Aunque estemos todos de acuerdo en que se debe evitar una guerra, la mejor forma de hacerlo requiere inclusión, diálogo y, sobre todo, unidad.
Las Naciones Unidas continúan siendo la mejor plataforma para el diálogo mundial. Los funcionarios de la ONU hablan a menudo de soluciones conjuntas, solidaridad e inclusión para abordar los problemas apremiantes de nuestros tiempos. Taiwán está más que dispuesto y capacitado para formar parte de estos esfuerzos.
Sin embargo, Taiwán sigue siendo excluido de la ONU debido a la distorsión por parte de China sobre la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU. Esta resolución ni afirma que Taiwán sea parte de la RPC, ni tampoco otorga a la RPC el derecho a representar al pueblo de Taiwán en la ONU y sus organismos especializados.
De hecho, la resolución solo determina quién representa al estado miembro China, un hecho que la comunidad internacional y la propia China reconocieron después de la correspondiente votación de 1971. La consiguiente tergiversación de la Resolución 2758 contradice los principios básicos defendidos por la Carta de la ONU y debe ser rectificada.
El 78.º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, que se centrará en el tema “reconstruir la confianza y reactivar la solidaridad mundial”, resulta oportuno en vista de una serie de amplios retos globales. Por ejemplo, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU se diseñaron como un plan común para la paz y la prosperidad. No obstante, el informe más reciente sobre el progreso de los ODS indicó que solo el 12 % de las previsiones de los ODS iban por buen camino, mientras que el progreso del otro 50 % seguía siendo insuficiente, y en más del 30 %, se habían estancado o incluso retrocedido.
Es vital concientizar a China y a otros gobiernos autoritarios de que se les responsabilizará de sus actos y urgirles a resolver las diferencias por medios pacíficos. Permitir la participación significativa de Taiwán en el sistema de la ONU beneficiará a los esfuerzos mundiales para abordar los apremiantes problemas globales. Esto también demostrará la determinación de la ONU para unirse por la paz mundial en un momento crítico en el que está en riesgo el futuro del mundo.
Es el momento de actuar de acuerdo con este principio fundamental e incluir a Taiwán”, finalizó.