Hay conmoción por el brutal asesinato de Letty Cando. La enfermera de 33 años fue hallada descuartizada y enterrada en el parque Metropolitano Guangüiltagua el 8 de septiembre; sus familiares confirmaron que se trataba de ella al reconocer unos tatuajes en sus brazos.
La Fiscalía indicó que el principal sospechoso del este aberrante hecho ya recibió prisión preventiva y se trata de Johnny C. Además, reveló que un vecino fue pieza clave para lograr su detención ya que el hombre pretendía cometer el famoso ‘crimen perfecto’ y no dejar huellas.
Apenas, los familiares denunciaron su desaparición que fue el 3 de septiembre, los investigadores hablaron con la amiga de Letty con quien salió la noche anterior de fiesta y ella les indicó que la farmacéutica se quedó en la casa de Johnny, con quien había entablado una relación amistosa.
Luego los investigadores interrogaron al sospechoso, quien trató de confundir a los policías con su testimonio, pero lograron encontrar el celular y la cartera de la víctima cerca de su casa.
Lo más importante fue cuando hablaron con el vecino que reveló que vio a Johnny lavando un colchón que tenía sangre y que trapear el piso y baldear porque estaba de sangre. Allí también vio que había huellas, aparentemente de sangre.. El detenido será investigado por 90 días.
¿Qué pasó ese fatídico 3 de septiembre con Letty?
Las investigaciones de la Fiscalía indican que la mujer salió a una fiesta con una amiga e hizo amistad con Johnny Stalyn C. A., a quien conoció a través de terceras personas.
Luego de estar en la discoteca donde bebieron bebidas alcohólicas, Johnny Stalyn ofreció su casa para seguir la fiesta, por lo que Letty y tres personas más accedieron. La casa del sospechoso estaba situada en el barrio Bellavista alto, norte de Quito. Sin embargo, luego de unos minutos, de permanecer en el domicilio, uno a uno, se fueron de la casa menos la enfermera, quien se quedó dormida en un dormitorio, dijo la Fiscalía.
El hombre es procesado con base en el artículo 163.1 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), en el que se establece una pena de 22 a 26 años de prisión por el delito de desaparición con resultado de muerte.
