La víctima de presunta violación y tortura por parte de cinco policías en servicio activo dentro de una UPC en el suburbio de Guayaquil, relató lo sucedido durante la madrugada del 30 de julio en las calles 29 y la J.
El hombre relató que varios policías lo trasladaron a una habitación donde lo torturaron a través de agresiones físicas. Luego, uno de los policías le habría bajado los pantalones para abusarlo sexualmente con un objeto contundente. Otro uniformado hizo lo mismo, mientras otros policías comenzaron a rociarle gas pimienta.
No conformes, los agentes continuaron agrediéndolo con golpes en la cara, mientras que un machete le daban planazos en la espalda.
La víctima indicó que los policías querían que confiese un delito y que entregue los nombres de otras personas que habrían participado junto a él, en lo que pudo ser un hecho delictivo perpetrado horas antes de los actos de tortura y violación.
El hombre fue detenido por un presunto secuestro de un ciudadanos extranjero.
Los policías recibieron medidas cautelares:
Durante la audiencia de calificación de flagrancia y formulación de cargos que se instaló el 1 de agosto, la jueza de Flagrancia dispuso la prohibición de salida del país y presentación ante el fiscal del caso, debido a que los procesados justificaron los arraigos correspondientes.
La jueza indicó que la instrucción fiscal se cerrará en treinta días, tiempo en el que se ampliará la investigación de la presunta responsabilidad de los policías procesados: Keyder Alexander S. R., Jefferson A. C., Herry V. M., Jorge M. C. y Colón L. T.
El artículo 171, incisos primero, numeral 2 (cuando se usa la violencia, amenaza e intimidación) del COIP, que sanciona el delito de violación con pena privativa de libertad de diecinueve a veintidós años.